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Gracias por las 1k
y perdón si hay alguna
incoherencia, los tkm.

(al siguiente día)

MAIA

-Estoy... muy... aburrida...- canto alargando las palabras.

-Siempre estás aburrida- Ruel habla, haciéndome mimitos.

-Es cierto- lo apoya Ralph llegando a la sala.

Mi cabeza estaba apoyada sobre las piernas de Ruel, con mi cuerpo "boca-arriba".

-¿Quieren ir al super?- nos pregunta Ralph agarrando las llaves del carro.

Rápidamente me levanto del sofá, provocando que mi frente chocace con el mentón de Ruel.

-Ouch...- me siento sobándome la frente.

-Tranquila niña- se soba el mentón, y lo único que hago es empezar a reírme.

-Bueno, mueve el trasero- le digo a Ruel -Ah verdad, no tienes.

-Que graciosa- se para para nalgearme.

-¡Oye!- me quejo -No intentes meterme la cola solo porque tú no tienes.

-La envidia- llega Coco colocandose una mascarillas para salir.

-Si va Coco, no voy- anuncia Ruel.

-Como sea- lo ignoro -Yo si voy.

Camine hasta la puerta siendo seguida por Ruel, nos pusimos las mascarillas, para salir de la casa y entramos al auto. Coco iba en el asiento de copiloto, por lo que Ruel y yo estábamos en la parte de atrás, me baje la mascarilla para poder respirar cómodamente.

Ruel entrelazó su mano con mi mano que estaba sobre mi muslo, y como ea de costumbre me gusta molestarlo, así que quite mi mano, volvió a entrelazarlas y la volví a quitar, podía verlo de reojo con el ceño fruncido, una última vez lo intento y otra vez quite mi mano, haciendo que se enojase y cruzara los brazos con un puchero.

-Es broma- busque su mano.

-Déjame- volteó su cabeza para no mirarme -No me junto con chusmas.

-Que llorón, ya no juego contigo- lo empujo no tan fuerte, pero su cabeza chocó contra la ventana.

-Ouch- se soba -Me va a salir una bola.

-Que bueno, así completas las de abajo- se burló Coco.

-Cierto- nos reímos.

-Ustedes dos se ponen como niños pequeños, parece que jamás hubiesen salido- nos dijo Ralph estacionando el auto.

Nos colocamos bien las mascarillas y bajamos del auto para ir corriendo por un carrito de compras. Ruel se tropezó con sus propios pies y se cayo, era muy obvio que yo me estaba retorciendo de la risa.

-¡Me empujaste!- chillo.

-¿Qué?- lo ayude a pararse -No mientas.

𝐂𝐮𝐚𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞𝐧𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐕𝐚𝐧 𝐃𝐢𝐣𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora