Capítulo 30: Inocente

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—No exactamente —respondí con voz ronca, aún sin voltearlo a ver. No tenía la fuerza para mirarlo. Estaba herida. Se suponía que los mejores amigos cuidaban los unos de los otros y él no hizo algo para evitar la única situación que podría romperme en mil pedazos.

—¿Qué pasa, Minnie? —me preguntó cuándo notó el dolor en mi rostro y puso una mano sobre mi muslo.

—¿Es Aarón el chico por el que Celia y Sandra pelearon? —finalmente lo miré. Se puso rígido por un momento antes de recuperar su actitud despreocupada.

—Sí... —dijo cuidadosamente, estudiando el desastre en mis mejillas. —¿Por qué?

—¿Cuándo me ibas a decir que Aarón estaba jugando conmigo, y no sólo conmigo sino con quién sabe cuántas chicas más? —pregunté en lugar de responder. Él suspiró, pero mantuvo la calma mientras yo me enojaba cada vez más.

—¿Sabes que eres muy importante para mí y que te amo, cierto? —me miró a los ojos.

—Esa no es la respuesta a mi pregunta. ¿Pensabas algún día decirme? —intenté de nuevo. Mi expresión le decía "No quiero escuchar otra cosa más que la respuesta a la maldita pregunta" y fue lo suficientemente sabio para hacerme caso.

—No —dijo antes de mirar hacia abajo.

—¡Maldita sea, Dyl! ¿Por qué? Tú sabías como mis esperanzas iban en aumento y solo te sentaste a verme caer y déjame decirte que la caída fue condenadamente dura —para el momento en el que terminé, mi voz era una mezcla entre enojo y desesperación. Él se encogió un poco al final de mi discurso.

—Minnie, tienes que entender que él también es mi mejor amigo y no podía traicionar su confianza. Y a pesar de que me confió su plan, fue lo suficientemente inteligente para omitir que tú estabas involucrada porque sabía que lo convencería para dejarte fuera de esto. Pero no me dijo, así que no podía hacer algo al respecto —ahora él era el que lucía desesperado.

—Esa no es excusa —lo miré con aspecto amenazador. —Tú conocías ambas partes, sabías la historia completa. Esto no es sobre confianza o lealtades. Esto es sobre lo correcto e incorrecto. Y lo que Aarón está haciendo es incorrecto, y lo sabes. Nadie se merece que lo traten de esa manera —mi voz estaba comenzando a quebrarse.

—Ok, está bien. Vamos a seguir tus reglas. Pretendamos que hice lo "correcto" y te dije. Honestamente, ¿me hubieras creído? —hizo comillas en el aire cuando dijo "correcto" pero yo me mantuve seria.

—Sí —respondí sin vacilar.

—¡Mentira! —inmediatamente exclamó. —Aarón te tenía con los ojos vendados. A nadie le hubieras creído si te hubieran dicho algo malo sobre él, ni siquiera a mí, porque no pensabas que él fuera capaz de hacerte eso a ti.

Abrí mi boca para defenderme, pero después recordé que esa era la razón por la que todo esto dolía tanto, no podía creer que él me hubiera hecho esto a mí, así que la cerré de nuevo.

—Exacto. Además, sí intenté advertirte. Te dije, repetidamente, que no te ilusionaras, pero me ignoraste —dijo severamente.

—No puedo creer que me haya hecho esto a mí —comencé a sollozar otra vez y él puso su brazo alrededor de mi cuerpo, abrazándome fuerte a su lado.

—Lo sé, lo sé... Shh... Es un imbécil —dijo en voz tranquilizadora contra mi cabello.

—Minnie, hay otra cosa que necesitas entender y es la razón por la que ignoraste mis advertencias —frotó mi brazo.

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