Traducción de mi novela 'Friend Zone'
¿Qué es lo que harías si cada chico que te gusta te coloca en la zona de amigos? ¿Renunciarías al amor o pelearías por tu 'y vivieron felices para siempre'?
Minnerva Garay es una romántica incorregible, intelige...
—¿Qué crees que ganaba Einar casándose con la hija de un comandante en ruinas? ¿Por qué crees que aceptó? —La voz de Elis estaba llena de veneno, me cayó como un balde de agua fría.
—¿Qué pasó? —pregunté mientras desmontaba con rapidez. Jayden me estiró del brazo y me puso detrás de él. —El oso atacó al rey.
Mi atención estaba en Maddie, tirada encima del rey, susurrando en voz baja sin parar. Polo la miraba con incredulidad y recelo, como si ella lo estuviera traicionando.
—¡Aleja a tu bestia de mi amado! —Maddie gritó.
—Te salvé la vida cuando le robé a Rosetta el collar envenado de Aldreda —Polo comenzó a acercarse lentamente, su furia se le notaba cada vez más. —Pude haber sido rey y tú mi reina.
—El Rey me ordenó casarme contigo porque quiere destruir Monsalve y tú eres la conexión. Tenía que enamorarte.
—Te traje algo —desvió la mirada nerviosamente. De su bolsillo sacó un colgante muy parecido al que Sammy me había dado para Maddie. —No se abre —agregó cuando tomé el medallón para observarlo.
—Quiero que este colgante sea un símbolo de nuestra unión y que cada vez que lo veas, recuerdes lo que siento por ti, sin importar el lugar o el año.
—No hay besos en la primera cita —le susurré, poniendo mi mano sobre su pecho para alejarlo suavemente.
—¿Quieres ir a cenar? —preguntó Jayden sin preámbulos.
—Bienvenida a nuestra segunda cita.
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Voy a contarte hasta diez, Creo que es tiempo suficiente Para adivinar a donde quiero llegar, Saber si somos algo más que amigos -Sabes Lo Que Quieres de David Cavazos-
—¡Rosetta!
La gente comenzó a correr por todas partes. El pánico se apoderó de todos los que estaban a mi alrededor y no entendía lo que sucedía.
Jayden venía a toda velocidad sobre su caballo. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, extendió su mano y la tomé sin dudar. Me subió sin esfuerzo, ventajas de ser tamaño bolsillo, y apresuró a semental.
—¡Agnes! —grité.
Jayden la había dejado con la multitud enloquecida. Miré hacia atrás e intenté que semental regresara.
—Ya no hay tiempo —me abrazó con una mano mientras la otra seguía sujetando las riendas.
