Kim meets Min ✧ YoonJin

VII. Conversaciones pendientes.

A la mañana siguiente busco a Yoongi pero me encuentro a Yongsun.

—Tenemos que hablar —me dice. Yo no la contradigo.

Me lleva a un salón vacío. Las grandes figuras de la historia, Eleanor Roosevelt, Mahatma Gandhi, Homero Simpson, nos miran desde sus carteles en las paredes

—Nos viste. Jimin nos vio.

No es una pregunta, así que no tengo que contestarla.

—¿Qué está pasando? —le pregunto. En esa pregunta va implícita a una mayor: ¿Por qué no me lo dijiste?

—No esperaba que esto sucediera.

—¿Qué? ¿Enamorarte de Shownu o tener que admitirlo?

—No te pongas hostil.

Suspiro. Que se ponga a la defensiva tan pronto nunca es buena señal.

—Mira —le digo—, sabes tan bien como yo lo que shownu hizo después de que Wonho lo rechazó. Destrozó su casillero y habló mal de ella por toda la escuela.

—Estaba lastimado.

—Se portó como un psicópata, Sun —no era lo que quería decir, simplemente se me sale. Un lapsus de amigus.

Yongsun me lanza una mirada que conozco muy bien, la misma mirada que me lanzó cuando se tiñó el cabello de rojo en sexto grado y yo intenté sin éxito fingir que le había quedado bien; la misma que me lanzó cuando traté de convencerla (después de su primer rompimiento) de que regresar con Jimin no era la mejor idea; la misma que me lanzó cuando le confesé que estaba preocupado de que nunca jamás encontrara un novio que me amara de la misma manera que yo a él. Es una mirada que detiene toda conversación. Es una mirada que insiste: Estás equivocado.

Hemos sido los mejores amigos por demasiado tiempo como para pelearnos por esto. Ambos lo sabemos.

—¿Entonces ya hablaste con Jimin? —pregunto.

—Quería hablar contigo primero.

Creo que está equivocada. Mi intuición es clara en esto: Shownu no le conviene. Pero sé que no hay nada que pueda hacer para convencerla de que cambie de opinión. No sin tener pruebas.

—Entonces, ¿eres como la novia de Shownu ahora? —Yongsun gime.

—Eso todavía está por verse, ¿De acuerdo? ¿Y cómo vas tú con tu Chico Misterioso?

—Tengo que encontrarlo otra vez.

—Lo perdiste?

—Supongo.

Me despido de ella y me dirijo al casillero de Yoongi. Veo a Wonho y me escabullo para que no me vea. Estoy seguro de que ya se enteró de lo de Yongsun y Shownu, estoy seguro de que tiene mucho que decir al respecto.

También paso junto a Seven y Eight en los pasillos, con sus cabezas recargadas ligeramente la una en la otra y sus palabras imposibles de escuchar para los demás. Sus nombres reales son Steven y Kate, pero nadie les ha dicho así desde hace años. Empezaron a salir en segundo grado y no se han separado desde entonces. Son el uno por ciento del uno por ciento que se conocen jóvenes y nunca necesitan encontrar a nadie más. No hay manera de explicarlo.

Yoongi está esperando junto a su casillero. No, permitanme cambiar lo que dije. Está parado junto a su casillero. No hay ninguna señal en su postura o en su mirada de que esté esperando a alguien.

—Hola —le digo.

Estudio sus facciones para buscar una reacción. ¿Sorpresa? ¿Felicidad? ¿Enojo?