Inesperado...(Draco&Tu)

Cap 17-Verdades. Parte 2.

—¡¿Estás loco?!— gritó Malfoy.

—Lo siento, creí que era un...espía.

—¿Un espía? ESTAS CHIFLADO, ZABINI.— lágrimas amenazaban con salir y yo no lograba entender por qué. Malfoy se acercó a mi con dos zancadas y me levantó del piso bruscamente. Me estrelló contra una pared y se acercó.

—¿Qué escuchaste?— dijo frío. No emití ningún sonido.—¡¿Qué escuchaste?!— exclamó. Estábamos a escasos centímetros y los nervios por su cercanía y porque casi soy víctima del "Cruciatus" me tenían aturdida. Estaba asustada.— Más vale que no digas nada, asquerosa sangre sucia. Ahora marchate.— me soltó y me empujó para que siguiera mi camino.

«Asquerosa sangre sucia...Asquerosa sangre sucia....Asquerosa sangre sucia...» sus palabras hacían eco en mi mente.

Llegué a mi habitación y me tiré a mi cama a llorar...necesitaba a Fred.

Me levanté y las piernas me temblaban...todo el cuerpo me temblaba en realidad.

Abrí la puerta y salí silenciosa. Al cerrar la puerta, una mano cubrió mi boca.

—Haz silencio.— susurró Malfoy en mi oído. Me quedé congelada, no podía pensar con claridad.— Yo tendré que explicarte ahora...

Me llevó a la sala común donde Abernathy y Zabini hacían de guardia en la puerta.

—Imagino que ya sabes lo que somos...— dijo serio. Negué porque no quería que lo supiera, me pondría en peligro,  suponiendo que se refería a...mortífagos, ya que los había oído decir "Lord Tenebroso". Había oído algo, y el año pasado se comentó el regreso de Voldemort, pero no lo había creído...hasta que aparecieron "mortífagos"...y los Malfoy ya lo habían sido antes, ¿por qué ahora no?...

—Deberíamos darle veritaserum para interrogarla, Draco. No sabemos si nos dirá toda la verdad.— saltó Zabini.

—¿Por qué no simplemente la hacemos olvidar? — comentó Abernathy.

—¿Olvidar?— me asusté.

—Con un Obliviate.— sonrió Zabini.

—Que no...dejenmelo a mi.— se alteró Malfoy.

—No me quedaré aquí mientras planean lo que van a hacerme.— intenté levantarme de la silla pero Malfoy me dio un empujón y volví a caer en ella.

—Te quedarás todo lo que yo diga.— otra vez esa voz fría. Me miraba penetrante, su ojos grises no demostraban más que oscuridad...— Ahora dime ¿qué escuchaste?

—Nada, yo sólo... — el dio un golpe a la silla.

—¡Deja de mentir! Sólo di qué coño escuchaste, no es muy difícil. — se enfadó.

Suspiré. Tendría que inventar algo rápido, pues a Zabini no le temblaría la mano para lanzarme otra maldición cruciatus y comenzaba a pensar que a Malfoy tampoco.

—Sólo oí la parte en que dijiste "a los Nott".— imité su voz.

—No te creo.

—Si hubieses escuchado esa parte te hubieses quedado a oír qué decíamos de tu familia, no hubieras huído.— se acercó Zabini, varita en mano.

—Creo que lo ha oído todo...— se metió Abernathy, aunque su cara mostraba algo de preocupación.

—¿Enserio no puedo usar la maldición cruciatus?— sonrió Zabini, acercando su varita a mi rostro.

—Blaise...— advirtió Malfoy. Zabini bufó y apartó la varita. Le enseñé la lengua.— Ya que no quieres decir la verdad...

—¿Veritaserum?— preguntó Abernathy aún con un deje de preocupación.