Capítulo 14

934 193 73
                                    

Dedicado a jajshshdhd

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dedicado a jajshshdhd

***

Cuando salí de la enfermería, fui directo a mi habitación. Debía tomar un baño para después estudiar con Jojo hasta la hora de cenar. Camino a colocar mis cosas en la cama, noté algo que llamó mi atención de inmediato. No podía creerlo, tenía que ser un maldito chiste.

Me acerqué a la ventana con rapidez y tomé la macetica de mi pequeño cactus.

Estaba muerto, mi mascota había muerto.

Un nudo enorme se formó en mi garganta y se me escapó un sollozo. Estaba totalmente seco y marchito. Había sido un regalo especial, yo debía cuidarlo. Pero era una incompetente total, no logré ni siquiera mantener con vida una planta.

Todavía recordaba la radiante sonrisa de Beth cuando me lo había dado en mi último cumpleaños. Me había dicho que esa era la mascota perfecta para mí, que me sería imposible matarla. Al parecer, estaba equivocada. Yo era un jodido imán para los desenlaces fatales.

Me senté llorando a los pies de la cama, no podía dejar de mirarlo. Jojo entró y se preocupó al verme tan abatida.

—¿Bessie? ¿Qué te ocurre?

—Es m-mi... mi cactus... Se murió, Jojo, se murió. —Casi no lograba hablar.

—No puedes hablar en serio —respondió con incredulidad.

—¿A-a qué te refieres? Era... era mi mascota.

—¿Y eso te tiene de ese modo? —exclamó con exasperación—. ¿Una maldita planta de mierda te tiene llorando como si alguien hubiese muerto?

No podía creer que esas palabras hubieran salido de su boca, era una de las personas más dulces y comprensivas que conocía.

—¿J-jojo? —pregunté, muy dolida—. ¿Q-qué pasa contigo? ¿P-por qué me tratas así?

—¿Por qué te trato así? Eres patética, Bessie. Mi hermano murió hace menos de tres meses, ¡mi hermano! ¿Y me ves acaso en un rincón de esa manera? ¿Cómo diablos puedes ponerte así por un jodido cactus?

«Eres patética, Bessie», resonaron sus palabras en mi cabeza. ¿Cómo podía decirme eso? No lo comprendía, estaba atónita ante su comportamiento.

La observé durante un instante sin responderle, dolía demasiado como para decirle algo al respecto. Ella no parecía ser la Jojo que conocía, la persona más cercana a mí en la clínica. No soportaría esa situación ni un segundo más.

Me levanté del suelo y salí del cuarto sin mirarla. Corrí escaleras abajo con la plantica muerta en las manos hasta llegar al jardín.

Necesitaba respirar. No quería pensar en nada.

La chica de las mil estrellas (Serendipia) © [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora