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La mañana transcurrió tranquilamente después de la llamada del director. Me senté junto a Grace a platicar sobre los planes de fin de semana. Aunque en realidad faltaran cinco días, quería tener algo organizado.

––No tengo planes, podemos ir de comp...

––No ––alargué sin mirarla.

––Pero una blusa roj...

––No ––repetí.

––Lau...

Dejé el lápiz en la mesa y la miré con mi peor cara.

––¿Sabes qué?, mejor no hagamos planes. Creo que me quedaré en casa a ver algunas películas o algo.

Sacó su labio inferior afuera y sorbió su nariz falsamente.

––Bien, si no me quieres asesinaré mi tarjeta de crédito en ropa ––dijo, dejando de mirarme.

Continué escribiendo el ensayo de Química y solté una carcajada por su intento de perro triste y mojado.

––Uy si, veo como sufres ––comenté irónica.

Mi teléfono vibró en mi bolsillo y metí la mano sin dejar de escribir.

"De: desconocido.

Hola, engañitos".

El remitente era desconocido y no era muy difícil de adivinar. La señora Coleman estaba de espaldas, así que aproveché a responder con el ceño fruncido.

"De: L.

¿En serio? ¿Ahora también me acosas por mensajes? ¿Quien te dio mi número?".

"De: Acosador

Tengo mis contactos, Angelito".

Levanté la mirada y nadie me observaba. Debía ser cuidadosa. Codeé a Grace, quien me observaba confundida.

––Avísame si Coleman mira.

Asintió y mascó el chicle en su boca.

"De: L.

¿Vas a dejar de coquetear conmigo o qué?"

"De: Acosador

O qué".

Me reí y tapé mi boca, pero ya era muy tarde. La vieja arrugada me había dejado un papel rosado sobre la mesa y no me quitó el teléfono porque fui lo suficientemente inteligente.

Genial, otra hora de detención.

––Gracias amiga ––mascullé.

––Lo siento ––susurró, ladeando el labio.

Negué la cabeza.

"De: L.

Gracias, imbécil. Ahora tengo cinco horas de detención, deja de mensajearme si quieres tener hijos".

Mi teléfono vibró una última vez.

"De: Acosador.

¿Cinco horas? Uh, no quiero estar ni una hora sin ti, engañitos".

¿Cómo sin mi?

Escuché un derrumbamiento de cajas al fondo y volteé para ver al amigo colorado de Ross en el suelo.

––¿Qué está pasando allí atrás? ––gritó Coleman, aturdiéndome y colocando una mano sobre su cintura.

Si es que había una cintura debajo de todo...eso.

––Ross me empujó, profesora ––se excusó, el pelirrojo.

Volteé con ambas cejas alzadas. Coleman se le acercó con un papel rosado a Ross y se lo dejó de un golpe en la mesa.

Este sonreía divertido.

––Dos de mi clase en detención, hechos el uno para el otro ––renegó con su voz de fumadora nata.

––Vivo para contarlo, señora ––dijo Ross, en voz alta.

Mi cara de seguro que estaba colorada, porque el bochorno que me calentó la nuca me comenzaba a marear.

Volteé para fulminar con la mirada al rubio que solo sonreía en mi dirección con las manos en su nuca, mostrando sus surpulentos brazos. Me lanzó un beso y puse los ojos en blanco.

...

Me recogí el cabello en una coleta improvisada.

––Entonces A más P, igual a G y multiplicado por R debe darte apróximadamente diez mil.

––Pero no entiendo ––se quejó Garret, rascándose la frente.

––Las letras son como ángulos ––repetí.

––Ah ––alargó, dejándose caer en la silla.

––Sí, ah. Ahora resuélvelo tú.

Volteé la hoja y se la entregué. Saqué la cámara de mi teléfono, apuntando al castaño quien traía el ceño fruncido y resolvía por primera vez en la historia, ejercicios de Geometría.

Le di clic al botón y la foto salió directamente, entonces la comencé a subir a nuestro sitio web. Mis labios se curvaron pero debí aguantar la risa.

Guardé el móvil y apoyé los brazos en la mesa. La biblioteca era tan silenciosa que hasta te ponía soñoliento.

Me vibró el celular y lo tomé, fastidiada.

"De: Acosador.

Te ves sexy con el cabello recogido".

Miré hacia todos lados pero salvo por una mesa de chicos que hacían un juego, no había nadie.

"De: L.

Ahora sí me estás asustando"

"De: Acosador.

¿Quieres salir a comer hoy? Tengo ganas de verte".

Me mordí el labio.

"De: L.

Si quiero, pero no contigo. ¿Qué clase de victima sale con un acosador a almorzar? Te volviste loco".

"De: Acosador

Tal vez, pero por ti ;)"

"De: L.

Me das asco".

"De: Acosador.

Me encantas".

––Laura...

Alcé la mirada rápidamente.

––Si, ¿qué pasó? ––pregunté, distraída.

Eso le hizo sonreír. Me señaló el teléfono con un movimiento de barbilla.

––¿Con quien hablas?

––Yo, eh... ––guardé el celular y sonreí ––. Con nadie, ¿por qué?

––Por la sonrisa estúpida que le ponías a la pantalla.

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Ohhhhhhhhh te pillaron, Laura. Te pi lla ron. Bueno no, es que amo esta historia y actualizo muy rápido.

De verdad disfruto mucho escribiendo esto, espero que a ustedes les esté gustando.

Bueno, ya saben, voten comenten que opinan sobre estos chicuelos y si hay varios comentarios y votos actualizo mañana. Ah por cierto, quiero saber que quieren de regalo para año nuevo, ya que les actualicé todo para navidad, quiero saber que quieren para año nuevo así lo voy haciendo.

Las amoo, nos leemos pronto :)

Detention »Raura«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora