-¿Otra vez?
-Pues sí, la última vez me quedaron bastantes dudas.
Me acurruqué a su lado mientras él me apretujaba con su brazo derecho.
-Si, también tengo muchas dudas sobre ti -admití.
-Veinte preguntas serán, preciosa. ¿Quieres comenzar tu? -respiró sobre mi cabeza.
-Uhm... -apreté los ojos y le rodeé el abdomen con mi brazo derecho, presionando mi mejilla en su pecho -. No, empieza tu.
Sus dedos comenzaron a acariciarme el cabello con delicadeza.
-¿Me extrañaste cuando dejamos de hablarnos?
Su pecho subía y bajaba al igual que mi cabeza. Carraspeé mi garganta un poco.
-Apenas fue un día, Ross -me burlé.
-No, fue un día y siete horas con ocho minutos, cinco segundos y nueve microsegundos.
Me eché a reír, dejando caer mi cabeza sobre su brazo y tallándome ambos ojos.
-Pues no sé, no pensé en ti.
Arrugó la nariz, mirándome a los ojos.
-Fui un completo imbécil.
-Lo fuiste. Pero ya pasó, ahora es mi turno -me rasqué la ceja -. ¿Cuantas novias tuviste?
Frunció los labios y apartó la mirada.
-Ninguna.
-Mentiroso -volteó a verme con una ceja alzada -. Eres increíblemente persistente y me dices...¿que no has tenido novia hasta ahora?
Sonrió de lado.
-Si, he tenido muchas, preciosa. Pero es una tonta etiqueta, depende también de como tu lo veas, para mi solo eran relaciones sin sentido, algo de inmadures y ya.
-¿O sea que no eres virgen?
Alzó ambas cejas.
-¿Así que eso te interesa saber? Uhm, ¿es una señal, engañitos? -alzó las cejas rápidamente, haciéndome reír, me acompañó en la risa -. Lamentablemente era mi turno, así que puedes guardar tu pregunta para cuando no estemos recostados en el pasto y sienta ganas de abalanzarme sobre ti en público.
Abrí la boca y se me escapó una risita nerviosa. Sentía mis mejillas hervir.
-De acuerdo, bien. Habla -solté, jugueteando con su mano.
-Si pudieras viajar a cualquier parte del mundo, ¿a dónde sería?
Lo miré incrédula.
-¿En serio? ¿Esa es tu pregunta?
-No hay reglas estrictas, amor.
-Laura -le corregí, causando que pusiera los ojos en blanco -. Pues me gustaría vivir en...Francia.
-¿Francia? -repitió con una mueca.
-Si, ¿has visto la cantidad de franceses hermosos que hay allí?
Me puso mala cara y me reí.
-¿Para qué quieres a esos trabalenguas si tienes a alguien que está loco por ti aquí mismo?
-Porque me gusta lo difícil, no los que me lamen las suelas.
-¿Disculpa?
-Estoy bromeando, Ross -me reí.
-Claro, aja -resopló y miró hacia otro lado.
-Oye, estaba bromeando, en serio -fruncí el ceño sin recibir respuesta de él -. Muy bien, me toca apesar de que ya hayas preguntado como tres veces.
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Detention »Raura«
FanfictionDos jóvenes: »Maleducados » rebeldes » independientes. Jóvenes. »Todos los derechos reservados«