Capítulo 16: Sin celos, no hay relación. ¿Cierto?

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Entre el parloteo de Li y su móvil que no dejaba de vibrar en el bolsillo del pantalón, para Nathaniel era complicado concentrarse en su trabajo. No podía revisar su teléfono, era arriesgarse mucho a que Delanay se lo quitara, pero sabía que era Alexy, una vez que comenzó a mandarle mensajes, no se detuvo.

El Sr. Étienne apareció en la puerta del aula llamando a Delanay. Apenas lo vieron, las compañeras de Nathaniel saltaron emocionadas en sus lugares y susurraron entre ellas; era el amor platónico de la mayoría de las alumnas al ser un hombre tan joven y atractivo. Al parecer, la directora Shermansky estaba convocando a los profesores para una reunión no programada. Delanay no se fue sin antes dejar una fuerte advertencia de que quería el trabajo terminado para cuando volviera.

En cuanto se retiró, Ámber se dirigió a Melody.

―Largo. Li y Charlotte vendrán a sentarse.

―No me iré, este es mi lugar ―se atrevió a decir en voz baja.

Melody se encogió ante la mirada fría de Ámber y el manotazo que dio en la mesa.

―Vete. Ahora. ―Ámber acercó su rostro al de Melody y cargó su expresión con rencor al decir―: Y que no se te ocurra ir al lugar de Li, te quiero muy lejos de mi hermano, ¿entendiste?

Melody pasó saliva y no se atrevió a responderle, porque siendo franca, Ámber la asustaba. Así que se levantó con movimientos torpes y fue a sentarse con Iris.

Castiel seguía en su lugar, Kim parecía decidida a terminar el trabajo sin moverse de su mesa, por lo que no podía ir con Lysandro. Karla, ajena a todos, llevaba sus audífonos puestos de los cuales se alcanzaba a escuchar música clásica. Tampoco es que fuera muy conversadora.

Miró a su alrededor. Todos sus compañeros estaban concentrados en sus propios asuntos, cosa que lo motivó a poner su atención al asiento de en medio de la fila derecha. En Nathaniel. El corazón de Castiel dio un vuelco al percatarse de su rostro sonriente ante el celular. Mirar esa expresión lo hacía sentir peor después de aquella mirada de enojo que le había dedicado. ¿Estaría hablando con Alexy? No dejaba de pensar en ellos en esa especie de cita el otro día, ¿cuándo empezaron a coquetear? Le desagradaba tanto que le causaba dolor de estómago.

Sin meditarlo, se levantó de su lugar en dirección hacia él. Cuando iba llegando por detrás, alcanzó a ver una foto en la pantalla de un chat: era Alexy, solo se alcanzaban a ver sus ojos y ese inconfundible cabello azul porque el resto de su cara estaba tapada por un libro.

Castiel se sentó a su lado sin aviso alguno y Nathaniel lo miró, desconcertado, pero no tardó en volver la atención a su móvil. Sus planes para los siguientes días eran los mismos: evitarlo. Estaba cansado de volar alto, solo para terminar cayendo y golpear el suelo más fuerte.

Lo escuchó exhalar por la nariz como signo de fastidio. No sabía si estaba tratando de leer sus mensajes, así que le dio la espalda y bajó más su móvil para evitar que viera la pantalla.

―Nathaniel ―habló Castiel cerca de su oído.

Una sola palabra de su boca era lo que Nathaniel necesitaba para sentir un hormigueo recorrer toda su piel. ¿Por qué le gustaba escuchar su nombre pronunciado por la voz de Castiel?

―Qué ―respondió por fin y se giró sin mirarlo.

«Bueno, concéntrate, háblale sobre la banda».

―¿Por qué hablas con él? ―Castiel apretó los labios apenas soltó la pregunta, molesto por su desliz.

―No te incumbe. ―Castiel tenía ganas de insistir, pero llamar la atención con una escena solo empeoraría las cosas―. Mira, si ya no se te ofrece nada... déjame en paz.

LionheartsWhere stories live. Discover now