No Tan Secreto.

† 9 †

No te enamores de la vida
Recuerda que nacimos comprometidos
Con la muerte.

★

★

★

Elizabeth Andersón.

Toda mi vida pensé que era una persona común y corriente, en mi adolescencia me creí que era una chica más del montón pero estaba lejos de serlo.

Siempre creí que la pequeña voz que escuchaba en mi mente era la voz de mi conciencia pero no... Gracias a mi hijo supe lo que soy.

Toda mi vida pasé creyendo que eramos como los animales o las plantas; nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Pero no, ése no era mi caso, ni el de mi hijo o el de mi esposo y por supuesto tampoco es el caso de Elimar Marbeth.

El hilo rojo del destino se encarga de poner a las personas que deben estar en tu vida en su respectivo lugar. Así pasó con mi esposo y conmigo.

Cuando era apenas una adolescente me enamoré a primer vista de mi esposo, creí que nunca lo volvería a ver y cinco años después lo encontré, no fue fácil la situación ya que no pudimos estar juntos y nuevamente lo perdí de vista.

Seis años después lo encontré nuevamente (más bien dicho él me encontró) creí que era una terrible casualidad pero no, el destino sabía que debíamos estar juntos. Nuestro propósito en la vida era darle vida a nuestro hijo y lo logramos, nuestro propósito era cuidarlo hasta que este momento llegase, hasta que él encontrara su razón de vida y ya lo hizo.

No me importa si debo derrumbar volcanes o secar lagos, moveré cielo, mar y tierra para que él obtenga lo que anhela y eso es la linda Elimar. Todo el poder y reconocimiento que he adquirido en los últimos años gracias al dinero que heredé y aumenté los utilizaré para que mi hijo tenga lo que quiere, no será la primer vez que lo hago y tampoco será la última.

Mi esposo Marco también está dispuesto a dar todo para que mi hijo obtenga su mayor deseo, siempre le hemos dado lo mejor de nosotros y ésta vez no será la excepción. Aunque no es como si Rick necesitara nuestro dinero o poder, él cuenta con todo eso por su propia cuenta.

Kasely es otra historia, no la puedo considerar o tratar como mi hija hasta no saber para qué o cual es el propósito de estar en nuestras vidas, su situación y lealtad aún no esta cien por ciento confirmada y hasta no saber cuál es su misión en nuestra vida seguirá viviendo como hasta ahora, controlada y bajo constante vigilancia en esta vida desconfiamos de todos. No debemos fiarnos de ella, en esta clase de vida no podemos confiar en nadie ni siquiera en nuestras sombras, hasta la familia puede llegar a fallarte si sus lazos no son lo suficientemente fuertes.

Mi hijo no confía en su hermana, y si él que es el más antiguo en esto no confía en ella, entonces yo y los demás que estamos en esto no podemos hacerlo.

Todo se resume en cuidarnos la espalda entre nosotros y que el gran secreto que guardamos no sea revelado, y para que nadie lo sepa debemos ser cautelosos y confiar solo en nosotros, en la familia que somos. Aunque si esto sale a la luz no hay nada que una navaja, una pistola o un auto a toda velocidad no arregle.