† AMENAZA †

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Y aquí estoy yo, arreglándome para la parrillada con los Hernández Andersón. No quiero darle el gusto al Demonio Prodigio de ponerme "bonita" así que decidí no usar maquillaje, pero inconscientemente en contra de mi voluntad me encuentro maquillando mi rostro pensando en si el color rojo sangre en los labios le gustaría a Rick.

Sin darme cuenta me he arreglado para verlo, yo sé que no debo hacer esto, sé que debo alejarme de él y tratar de averiguar si en verdad pasó algo entre nosotros, algo más que besos y lo más importante de todo; ¿Tuve sexo con él? ¿Yo quise hacerlo?

Debo decir que pido al diablo o al soberano del cielo que no haya tenido relaciones con él, porque soy virgen o era virgen. Siempre he querido que mi primera vez sea con la persona que llegue a amar, y si es posible que sea con la que me voy casar. Pero todo esto parece que se vino al carajo si en verdad me metí a follar con el demonio Andersón.

No he podido recuperar ningún recuerdo de lo pasó esos veintiún días en dichoso campamento, si hubiese sido una cruda al menos tendría algunos recuerdos o fragmentos de ellos, pero no, mi mente no recuerda nada.

Temo haber sido abusada por él, pero en las fotografías, forzada a estar con él es lo último que veo. Más bien me veo de lo más feliz de la vida.

Tampoco no entiendo el por qué de Rick a no ayudarme a recordar lo sucedido.

Digo, si lo disfrutamos mínimo me ayudaría a revivir esos momentos, y si me violó mínimo me habría obligado a estar otra vez con él o de lo contrario se habría alejado de mí. Todo esto hace volar mi cabeza, y esas preguntas me atormentan cada vez que lo tengo cerca.

Hay algo que no quiere que sepa, lo sé.

Su padre y su madre han estado demasiado misteriosos desde hace unos cuantos meses, ya no me invitan a su casa como antes, es como si escondieran algo. Anteriormente cada fin de semana habíamos reuniones en su casa, pero ahora se niegan y dicen que ya es tiempo que las hagamos en mi casa, incluso la hermana menor de Rick la hermosa Kasely de quince años se ha distanciado de mí y de sus amistades, ella siempre ha sido una persona alegre y amistosa pero ahora es todo lo contrario y sé que me habla solo por no ser mal educada. Por su parte Rick ha dejado un poco atrás su fachada de nerd y se ha concentrado en acosarme cada que tiene oportunidad, cosa que no entiendo, pues siempre he terminado rechazándolo.

Entiendo que se sienta atraído por mí, soy una chica atractiva y mi cuerpo también es atractivo, mi mamá desde pequeña me ha hecho tener una dieta balanceada y también a tener una rutina de ejercicios los cuales llevo acabo en el gimnasio que se encuentra a unas cuantas calles de mi casa, lugar al cual el Demonio Prodigio también comenzó a asistir cuando supo que yo estaba asistiendo.
Mis ojos son color miel, mis labios un poco voluptuosos, mis pestañas son largas, mi cabello es lacio, rubio y llega un poco abajo de mis hombros, ése es el look que a mi mamá le gusta para mí. Todo lo que haga en el cuerpo, mi rostro o la ropa que compre es mi madre la que le dará el visto bueno, ella dice que así como ella mantiene su imagen, así deben de mantenerla su esposo y sus hijos. A mi hermano menor Anthony de dieciséis años no le molesta esto, ya que él odia salir de compras.

Mi puerta se abrió y mi mamá hizo su aparición.

— Ya llegó Eli y Marco. — me informa. — Deberías estar conversando con tus padrinos. —

— Ya bajo. — le digo y me veo al espejo, mi madre se va y yo acomodo un último mechón en mi cabello. Me  puse unos jeans de mezclilla color azul, una blusa ajustada color blanco que dejaba a la vista un poco de mi abdomen y unas zapatillas deportivas con plataforma. Esa forma de vestir estaba bien, no es una cena formal solo es una parrillada de fin de semana.

No Tan Secreto.Where stories live. Discover now