¡Serás marico, Shawn! || Shawn Mendes (CANCELADO)

Todo por lambucia

Eché un vistazo al reloj que estaba justo encima del escritorio, tuve que entrecerrar los ojos porque no veía un coño, toda esa vaina se veía borroso, cuando capté los números quedé algo impresionada.

6:22 A.M.

Nawebona' Zulay, no he dormido lo que se llama es nada.

Miré la pantalla de mi laptop toda ya llevada por la vida que me había regalado mami cuando había pasado a cuarto año, cerré todas las páginas webs que tenía para refrescar mi memoria con el inglés, y la apagué.

Me levanté con una caliweba inmensa, arrastrando los pies me dirigí al baño, en el espejo noté el nido de pájaros que tenía en la cabeza y las ojeras inmensas. Me encogí de hombros relax, porque eso era lo de todos los días.

Me lavé la boca y la cara, yo no iba a dormir, no tenía sueño, andaba más despierta que el coño, así que tenía que aprovechar y hacer algo bueno por mai laif.

-Menor... Aquí no tengo nada bueno pa comer. -murmuré después de hurgar en la cocina para matar el panzón que tenía.

Pero que va, esa vaina estaba más vacía que la lista de jevas de Adrián.

Nada, nada.

Solté un suspiro sabiendo que tendría que ir al lugar más codiciado por los venezolanos, un supermercado gringo con los estantes full.

¿Pero como coño'elamadre yo me aventuraba sola por esos lares con mi inglés machuquea'o?

No me mal entiendan mis compas, obvio que quiero recorrer Los Ángeles, porque... ¿Quién no querría? Pero nawebona', ya yo me imaginaba infiltrandome en el área 51 sin siquiera darme cuenta como la gafa que siempre he sido.

Porque salada la qk de la sirenita y yo.

Busqué mi teléfono y le eché una llamadita a mi apá.

Un timbrazo, dos timbrazos, tres... Nada.

Coño, man. Toy jodía.

Tenía el número de la Barbie plástica, pero el coño'esumadre la iba a llamar. Prefería pegarme un tiro.

Resignada tuve que ir al cuarto para darme un baño de dos horas bien ricolino. Porque esa era otro vaina, el agua salía de la ducha y de paso, caliente, incluso tenía una tina arrechísima.

Busqué en la maleta mis calembes más decentes para salir, porque tampoco la loca.

¿Quién sabe y me consigo a un gringo que esté papi?

Me coloqué un pantalón negro ajustado, y un suéter de color gris que me llegaba un poco por encima del ombligo, con las mangas que me llegaban a la mitad de las palmas de mis manos, el pecho de decía "CSI Las Vegas". Mi desgracia'o cabello incontrolable me le eché medio pote de crema de peinar y me le hice unas trenzas arriba y dejando lo demas en ondas decentes que dejaban ver las mechas moradas de manera delicada.

Lo que yo no era pues.

En los pies para disimular la enanez, me puse unos tacones negros de tacón cuadrado. Maquillaje no, porque yo no sirvo para eso.

Tomé mi celular, el efectivo que tenía y las llaves, metí todo eso en mis bolsillos. Salí del departamento, verificando dos veces si había cerrado bien por pura costumbre, aunque no estaba segura si habían malandros en Los Ángeles.

En el camino decidí buscar el supermercado más cercano, y me llevé la sorpresa de que estaba a tan solo unas cuadras, así que decidí ir a patica.

Cuando entré a dicho lugar lo primero que me recibió fue el frío del aire acondicionado. Me estremecí, pues si de por sí, en esa vaina hacia más frío que en Punto Fijo.