Tiemblen nalgas porque llegué yo

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Miré la casa que tenía al frente y chamo...

Eso no parecía una casa, es vaina parecía una mansión, parecida a la de la chama que tenía una chihuahua ahí toda sifrina en Beverly Hills, bueno, así.

Era enorme y me quedé mirando por un buen rato, hasta que me espabilé y me acerqué a la puerta.

Toqué con mis nudillos duro, para que me escucharán, porque el frío no estaba bueno y yo lo que estaba era mamada.

-¿Pero... Qué? ¡Fabián!, ¿El timbre se ha dañado? -Escuché que habló una voz de mujer, pero no le paré mucho, porque la verdad, no le entendí un coño.

En los iunid esteid iba a parar a loca si no me metía en un cursito de abrir inglés.

Oupen inglich.

Tú sabe.

Sentía muchos nervios, hasta pensé en la posibilidad que el amargado del taxi me hubiera llevado una dirección equivocada a propósito... A falta de qk estaba ese viejo.

Bueno, la cosa es que la puerta se abrió, dejando ver la figura de una mujer enfundada en un vestido de color blanco tan pulcro, que mis Adidas mugrientos lloraron en silencio, su cabello era rubio y tenía tremendos ojazos verdes.

Gringa tenía que ser.

-¿Qué desea? -Por el tonito, supuse que era una pregunta, pero no estaba segura, men.

¿Qué le digo yo a la mujer está para que me entienda?

En mi liceo yo sacaba 20/20 en la materia de inglés, pero igual era un asco para entender lo que me decían.

-Emm, yo-me señalé para que medio captara- busco a Fabián González -las palabras las dije lento, como si le hablara a un retrasado, seguramente me veía como una gafa, pero quería que me entendiera.

Ella soltó una pequeña risa.

Nosi, la payasa entonces.

-¿Tú eres Margaret, no? - me habló en español.

Ah, coño. Bilingüe la mujer, veri gud.

Aunque tenía un acentico raro.

-Si... ¿Usted es Marianna? - mi intuición me decía que esa era la mujer de papi.

Estaba casi tan segura como que el jefe de calle de mi casa se chigüireaba la harina de trigo y la azúcar de la caja del Clap.

-Por supuesto -me sonrió, pero me pareció medio hipócrita. -Pasa.

Le sonreí de la misma forma y le hice caso, agarré mis cosas y las metí con algo de dificultad.

No entendí porque tanta ayuda de parte de la mujer de papi.

Nótese el sarcasmo.

-¡Linda! ¿Quién era? ¿El timbre se dañó? -Escuché la voz de un hombre no muy lejos y ví cómo llegó una figura conocida y a la vez no para mí.

Osea, el hombre andaba vesti'o con un traje que seguramente valía más que la casa mía allá en Venezuela y con su cabello que recordaba rebelde como el mío peinado hacia atrás, engomado, su perfume masculino inundó el lugar y sus ojos tan similares a lo de Adrián notaron mi presencia unos segundos después que me parecieron algo largos.

Al principio pareció no reconocerme, pero después reaccionó como a quien le dan un coñazo de golpe.

-¿Margaret? Dios mío, ¿Qué día es hoy? -Él miró el teléfono que traía en manos e hizo exactamente la misma expresión que hace Adrián cuando sabe que la cagó. -Coño'elamadre...

¡Serás marico, Shawn! || Shawn Mendes (CANCELADO)Where stories live. Discover now