Capitulo 26. Enfermedad

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Despierto el día siguiente, tercer día de enfermedad y mi estómago ruge pero no tengo hambre.

Es sábado, y son las ocho de la mañana tal y como dice el reloj en la pared, pero me siento tan débil que no puedo levantar un dedo. Me doy cuenta de que Jen ya ha despertado y no está en la habitación.
A Eva la escucho respirar.

Me asusto un momento cuando no me llega respiración a los pulmones y siento que me ahogo, pero luego vuelvo a la normalidad.
Me siento mal.

—Oh, buenos días, Vic —Jen me sonríe cuando entra a la habitación y me ve con los ojos abiertos.

—Buenos días

—Te ves fatal, más que ayer —se muerde el labio inferior

—Estoy bien —no, no lo estoy —. ¿Habrá algo especial hoy? —solo puedo girar la cabeza

—No que yo sepa —se encoge de hombros.

Asiento —¿Puedes pasarme la botella de agua? —le digo a Jen sin apartar la mirada de mi botella

—Necesitas llenar tu estómago de comida y no solo de agua, niña. ¿Quieres que te traiga algo de la cafetería? —Jen se ofrece.

Me tiende la botella y yo la cojo, trato de sentarme sobre mi cama y beber el agua.

Soy tan afortunada de tener amigas que se preocupan por mi. Asiento ante su oferta de tener alimento.

Cuando Jen recoge su móvil, veo que por el espacio entre la puerta y el suelo se desliza un sobre. Eso me recuerda a la nota de ayer y me da una escalofrío.

—¿Y esto? —pregunta Jen confundida, se agacha para cogerla.

—Dámela, por favor, debe ser para mi —extiendo mi brazo como puedo

—¿Por qué estás tan segura? ¿Un admirador secreto? —Jen sonríe con lujuria

—Solo dásela y callaros —hemos despertado a Eva y está enfadada.

Jen entonces me la da y me avisa que irá a por mi alimento. Abro el sobre intentando no hacer mucho ruido pues no quiero que Eva se enfade más.
Viene otra carta, el mismo formato que la de ayer.

"Te quemaremos viva. Bruja. Te veremos en el hospital"

Vuelve el escalofrío. ¿Por qué me dice la persona misteriosa que me verá en el hospital? No es solo una persona, son varias, me verán.

Estas cartas me aterran. ¿Quién la envía? ¿Ya me hice esa pregunta?

—¿De nuevo tu hermano? —la voz de Eva suena en pregunta.

—Sí, esta vez me felicita por mi cumpleaños —espero que mi voz no salga entrecortada y demostrando mi miedo.

—Que tierno, ya desearía tener un hermano así de mono —oigo a Eva moverse, luego la veo trasladarse al espejo y verse su cara de recién despertada.

Guardo la carta de nuevo en el sobre y lo guardo bajo mi almohada.

—¿Mejor? —Eva voltea a verme por el reflejo del espejo.

Niego con la cabeza. Al sentir náuseas fuertes llevo una mano a mi boca, ella frunce el ceño y ahora si voltea el cuerpo para verme en vivo.

—¿Qué pasa? —se preocupa.

Pero yo solo siento que el agua que he estado tomando quiere devolverse a mi boca. Le señaló el bote de la basura con la mano libre, ella me lo alcanza rápido y vomito todo lo que quedaba en mi estómago. Me siento mareada después de eso, más débil de lo normal.

Inocencia; bysTaXx (La Chica de Ojos Azules)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora