La casi cita

7.9K 369 81
                                    

Alba se quedó esperando en la puerta durante un buen rato después de llamar al timbre. Natalia seguía sin responder y estaba empezando a ponerse nerviosa. 

¿Por qué coño está tardando tanto?

Levantó la mano para volver a llamar cuando finalmente la puerta se abrió. 

- Ya era hora, ¿qué estabas haciendo? - preguntó Alba al entrar. 

- Estaba en el baño, perdón por hacerte esperar - dijo sarcásticamente al cerrar la puerta detrás de ella. 

Alba arrojó su riñonera sobre la silla junto a la puerta. 

- Le he mentido a Carlos, en realidad me moría de hambre, así que he pedido una pizza de verdura que ha llegado hace unos minutos... espero que no te importe - le brindó una sonrisa de oreja a oreja. 

Alba se fijó en el sofá, delante de este la mesa de café donde estaba la comida, suspiró. También se moría de hambre, bueno no pasaba nada por cambiar sus planes un poco... 

¿Verdad?

- Lo siento, sé que dijiste que no querías hacer nada así conmigo, pero... - siguió hablando la morena al ver que Alba no decía nada. 

- No pasa nada... - respondió finalmente - Siempre y que me dejes coger algún trozo. 

Teóricamente, ya vino a mi casa un día y no hicimos nada, así que... no pasa nada. 

- No, solo te dejo mirar - bromeó Natalia. 

- Bueno, entonces lo mismo se te aplica a ti más tarde - sonrió la rubia ante la mirada de sorpresa que cruzó la cara de la morena mientras ella caminaba con dificultad para sentarse en el sofá. 

- No creo que eso sea un inconveniente para nada - murmuró Natalia en voz baja, sin parecer afectada por las imágenes que se le habían cruzado por la mente. 

Alba la miró con los ojos bien abiertos. 

- ¿Cerveza? - preguntó mientras se dirigía a la cocina. 

- Claro - respondió y abrió la caja de pizza - ¿Tiene... queso?

Natalia ya estaba volviendo cuando escuchó su pregunta, le dio el botellín a la rubia y un plato de papel. 

- ¿Te gusta la pizza? - preguntó Natalia. 

- ¿Eres tonta? Claro que me gusta, pero soy intolerante a la lactosa - dijo mientras cogía la cerveza y el plato.

- No tiene queso, tranquila - sonrió, como si no la hubiera pedido aposta así por ella...  - Entonces te gusta la pizza, ya tenemos algo en común - trató de sonar conmovida, encendió la televisión y le dio play a la película que había empezado antes de que Alba llegara - ¿Te parece bien poner una peli de fondo mientras comemos? 

- Claro - respondió con la boca llena. 

Natalia rio. 

- ¿Cómo va ese tobillo? - preguntó intentando entablar algún tipo de conversación para evitar que Alba sacará el tema de lo que había pasado antes con Silvia - Veo que solo has traído una muleta.

Se encogió de hombros y suspiró. 

- Estoy mejor, aunque debería seguir usando ambas, solo es que...

- Eres una cabezota y querrías que todo volviera a la normalidad ya - terminó por ella. 

Alba resopló. 

- Efectivamente. 

- Y, ¿en qué consiste exactamente tu lesión? Sé que no es una fractura normal - preguntó. 

Una fina líneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora