Despertaron felices aunque algo adoloridos y se besaron recién despertar, se dirigieron al baño y empezaron a arreglarse, Kei estaba buscando su celular cuando escuchó a su pequeño llamarlo.
- ¿Ahora que hago? - se sonrojó levantando su short para dejarlo ver todas las marcas en sus muslos y trasero.
- Mierda - se sonrojó cubriendo sus ojos.
- No puedo salir así - dijo apenado.
- Llamaré a Bokuto, espera un poco - suspiró - en verdad lo siento.
- Está bien - susurró abrazándolo.
Lo abrazó llamando al búho y minutos después se escuchaba como platicaban cerca Akaashi y Bokuto, al abrir se sorprendieron viendo la habitación desordenada.
- Bueno, al menos la pasaron bien - sonrió Bokuto.
- Bokuto-san - lo reprendió Akaashi viendo como el pequeño se ocultaba avergonzado en los brazos de su novio.
- Lo siento lo siento - dijo nervioso - te traje esto, tuve que ir a casa a conseguir unas nuevas pero te van a servir, procura acomodarlas bien para que no resbalen - le entrego unos protectores parecidos a los suyos.
- Están hechas muy fuerte - suspiró Akaashi mirando las marcas - tardarán algunos días en desaparecer, procura no pasarte de nuevo - le dijo a Tsukishima.
- Si, lo siento y gracias - desvió la mirada.
- Nos vemos Hinata - sonrió Akaashi llevándose a Bokuto.
- Gracias - se despidió.
- Perdón, era mi primera vez, seré más cuidadoso - suspiró abrazándolo.
- Esta bien, me gustó - sonrió abriendo el empaque con los protectores - pero me duele el trasero, así que no lo haremos en un tiempo.
- Cuando tu quieras - lo besó.
Se puso los protectores y notó marcas en sus hombros al cambiar de playera, se cruzó de brazos mirando molesto a Tsukishima.
- No fui el único - se defendió mostrando las uñas marcadas en su espalda y hombros, el pelirrojo se sonrojó por eso, por suerte la playeras cubrían esa parte.
- Vamos a desayunar, tengo hambre - sacó la vuelta al tema saliendo, el rubio sonrió divertido y salieron al comedor.
Al llegar todos actuaban como si nada y realmente agradecían eso, siguieron su día como siempre y las nuevas parejas lucían muy felices, el entrenamiento también iba en mejora notable y acelerada, así que esperaban ganar las nacionales, claro sin confiarse en las regionales.
Llevaban días muy bien, todos los equipos estaban concentrados pero un día Hinata despertó muy serio, no estaba tan cerca de Tsukishima como antes y si eso desconsertaba a todos, más al rubio pues no había hecho nada fuera de lo normal, quiso hablar con el pero desviaba el tema.
Algo exasperado se sentó sólo, cosa que no hacía hace mucho, Kuroo y Bokuto se sentaron a su lado algo sorprendidos aún.
- ¿Volviste a dejar marcas?.
- No.
- ¿Lo celaste demasiado?.
- Lo de siempre.
- ¿Lo atosigaste?.
- Siempre hago lo que el quiere y me detengo cuando lo dice.
- Hombre, esto es un caso - dijeron sorprendidos, no encontraban que había hecho mal, se acercó Atsushi tranquilo agachandose frente a ellos.
- Puede que ya, pero ¿le preguntaste formalmente? - lo miró y el rubio levantó la cabeza sorprendido.
- No.
- Idiota - dijeron los tres.
- Mierda - sacudió su cabello.
- ¿Como se te olvidó eso? - lo regañó Kuroo - nosotros no te educamos así.
- Pensé que era obvio - suspiró.
- Ojalá fuera tan sencillo, no tendríamos que humillarnos tantas veces para complacerlos - dijo el búho.
- ¿Cómo supiste? - miraron a Atsushi.
- Bueno, estaba en el baño y entró junto a Akaashi y Kenma quienes hablaban de lo idiotas que eran sus parejas por haber tardado tanto en preguntar.
- Que buenos maestros - se burló Kei.
- No cometas el mismo error si estas escuchando - refunfuño Kuroo.
- Hay que planear algo - sonrió Bokuto.
