- Si esto funciona gano la apuesta - sonrió Haru.
- Y si no vas a dejar de abrazarme cada que se te antoje - se cruzó de brazos Kageyama.
- Voy a ganarme un beso tuyo - sonrió feliz abrazándolo.
- Ya concentrate - trató de apartarlo.
Ambos observaban bien a el pequeño gigante acercarse a Tsukishima algo sonrojado, ambos estaban solos como lo habían planeado con el pequeño.
- Que te quites de encima - se quejó Kageyama al sentirlo muy sobre el.
- Nos van a ver si nos movemos y ganó yo si lo echas a perder - sonrió haciendo que se quedara quieto.
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Se acercó sonrojado al central que había olvidado sus protectores en la cancha anoche, pero se detuvo al ver que Hinata se acercaba caminando sonrojado, eso lo puso nervioso, el siempre se lanzaba a el alegre o corriendo, pero lucia inquieto, ¿hizo algo mal?.
- Kei - lo llamó desviando la mirada - yo... necesito un consejo.
- ¿Qué pasó? - levantó una ceja confundido.
- Haru me dijo que es gay, pero no se como actuar con el - se rascó la nuca.
- Sólo actúa como siempre, no hay razón para tratarlo distinto - dijo algo molesto, pues Haru era capaz de atacar a su pequeño.
- Si, pero el quiso... - se sonrojó bajando la mirada.
- El quiso ¿qué? - apretó su puño enojado.
- Be-besarme y... yo nunca he hecho eso, dijo que iba a enseñarme pero entré en pánico y corrí - cubrió su rostro apenado.
El rubio no dijo nada, le hervía la sangre de pensar que quisieron pasarse con el cuando siempre dejaba en claro que había límite impuesto por el mismo, quería golpearlo justo ahora pero le preocupaba su bebe justo ahora, así que se agachó pues el se había echo bolita en el suelo.
- Shouyo - lo llamo y este apenado lo miró a los ojos sentándose - ¿te gusta Haru? - preguntó tratando de sonar tranquilo y lo estuvo cuando el pelirrojo negó con su cabeza, entonces sonrió y acarició su cabello - puedes decirle libremente como te sientes, independientemente de como reaccione lo mejor es siempre ser sincero - levantó su rostro tomando su mejilla.
- ¿Siempre? - se sonrojó un poco más.
- Siempre - lo miró deseoso, pues la distancia era casi nula entre ellos y quería besarlo para ser el primero, pero no quería asustarlo.
- Bien, gracias - sonrió apenado por lo que haría.
Con una mano se aferró a su pecho apretando su playera y el rubio lo rodeó abrazándolo tratando de no perder el equilibrio pues estaba en puntas agachado, pero no sólo perdió el equilibrio cuando su pequeño presionó sus rodillas haciendo que se viniera sobre el, perdió la cordura cuando tras caer el menor se acercó chocando sus labios lo más suave que pudo, ahora estaba tirado en el suelo aún sujetando su playera extremadamente sonrojado, con el rubio sobre el sosteniendose en cuatro pero en lugar de sus manos eran sus antebrazos los que estaban a cada lado de su cabeza.
- Lo siento, perdí el equilibrio y... - trató de hablar sonrojado.
- Esta bien, siempre quise mi primer besó contigo - susurró desviando la mirada apenado.
- Eso es... - se quedó helado tras analizar sus palabras mirando con sorpresa al tímido chico debajo de él - ¿que hay de un segundo o muchos más? - se acercó de nuevo y el menor asintió.
Este definitivamente era el mejor día se su vida, volvió a unir sus labios tomando el inferior entre los suyos y se separó haciendo lo mismo con el superior, poco a poco tomaron un ritmo lento disfrutando del tacto, la respiración del rubio se agitó cuando el menor enredó sus dedos en su cabello y el mismo quitó sus lentes dejandolos de lado metiendo su lengua haciendo suspirar al menor, siguieron por un rato hasta quedar sin aire y se separaron con la respiración agitada.
- Me gustas - susurró Hinata.
- Y tu a mi - sonrió besando su frente abrazándose ambos.
