3. Acosador

5K 500 39
                                    

Fue hace unas semanas, llevaba rato sintiendo que alguien me seguía camino a la montaña, por eso procuraba irme por donde hubiera más personas, pero justo hoy estaba muy oscuro sin gente alrededor, ni siquiera los camiones pasaban, me había quedado muy tarde con Tsukishima entrenando, tal vez debí aceptar la oferta de que me acompañara, el siempre me cuida así que no debería apenarme pedirle ayuda, porque me gusta, sólo que era eso lo que me detenía, me gusta un chico y el nunca mostraría compasión conmigo, sólo se burlaría como siempre, suspiré algo derrotado por ese pensamiento y escuché a un gato hacer un escándalo en un callejón seguido de pasos rápidos y tubos caer, di un brinco del susto y me subí a la bicicleta para alejarme más rápido, por suerte llegué a casa a salvo ¿querían asaltarme? ni siquiera quise mirar atrás en ese momento.

Al día siguiente estaba nervioso de quedarme tarde, pero quería entrenar un poco mas, está vez el abuelo vendría a la escuela, así que nos quedamos después del entrenamiento sin que nadie lo notara como siempre, otra cosa que me decía que el no quería que supieran que estábamos siendo más cercanos, suspiré de nuevo y el se sentó a mi lado, esa era la clase de cosas que me gustaban, el nunca iba a preguntar nada, lo cual me gustaría que hiciera para sacar el tema de una vez y que suceda lo que tenga que suceder, pero era reconfortante como cada vez que me sentía mal estaba cerca, ¿por qué tiene que gustarme el? ¿no puedo ser normal? Seguí regañandome mientras restregaba mi frente en su brazo que noté más ancho que antes, pero mis berrinches no pararon.

- Idiota - suspiró dejándome ser.
- Tsukishima tu no sabes nada - me crucé de brazos.
- No, se mucho - sonrió - o al menos más que tu.
- Presumido - lo miró molesto.
- Gracias por el título - le restó importancia, era imposible molestarlo con nada, rendido se dejó caer de nuevo sobre su brazo, pero le sorprendió acelerando su corazón cuando levantó su brazo haciéndolo caer en su pecho y lo rodeó con su brazo mirando su celular.

Eso bastaba para mi, oculté mi sonrisa y disfruté del momento hasta que escuchamos al abuelo entrar, al vernos no dijo nada excepto...

- Dejen de holgazanear, vamos a entrenar - sonrió.

Y si, nos entrenó hasta casi hacernos vomitar, cuando terminamos nos dió unas pequeñas barras.

- Cuando el cansancio sea mucho me avisan, tendré que darte dietas especiales para que resistas - me señaló.
- ¿Sólo a mi? - lo miré curioso.
- Lentes ya tiene su dieta, ¿de dónde crees que sacó músculo?.
- No quiero ver a un enano robusto por los músculos - dijo con desgana haciendo molestar al menor quien trató de golpearlo pero lo detuvo de la frente haciéndole risa al mayor.
- Ustedes no cambian - se rió el abuelo llamando la atención - vayan a casa con cuidado, hace poco asaltaron a un grupo de chicos.

Salimos y eso que me dijo me puso más nervioso, miré la calle oscura y sola de nuevo, ¿será que la gente dejó de salir a esta hora por los asaltantes? Algo tembloroso miré a Tsukishima que me miraba con una ceja levantada, cuando sonrió me di cuenta que notó porque no me iba, pero levantó sus hombros restándole importancia y me miró casual.

- Puedes quedarte en mi casa hoy, a partir de mañana tomaras el autobús por la noche - lo miré y muy aliviado asentí, por más vergüenza que sintiera tenía más miedo, así que con el corazón acelerado lo seguí en silencio hasta llegar a su casa, ¿todos se habían dormido o por qué estaba a oscuras?.

Guardián (TsukiHina)Where stories live. Discover now