Estaba medio dormido cargando mi maleta recargado contra el autobús, mamá me había traído porque se me hizo tarde así que aun no terminaba de despertar, tardaba mucho en espabilar, por suerte ya todos lo sabían porque no estaba con energía para responder preguntas.
Subimos al autobús momentos después y me dormí abrazando una manta que había traído.
- En serio no sólo parece un niño - dijo Tsukishima viéndolo.
- Si, pues a mi ya me ha babeando lo suficiente, te toca - se quejó Kageyama empujandolo para tomar el asiento con el pelirrojo, lo miró molesto pero sólo se sentó sintiendo como el pequeño restregaban su rostro contra su brazo.
- Que lindo - sonrió Yachi recibiendo una mirada espeluznante del rubio asustandola haciendo que se siente con Shimizu.
Con el tiempo estaba muy helado en el autobús así que tomó la manta que abrazaba Hinata y los cubrió a ambos, por debajo de esta el pequeño aún dormido se aferró a su brazo tomando su mano, desvió la mirada apenado pero disimulando como siempre.
Cuando llegaron se despertó viendo a Tsukishima dormido a su lado, sonrojado se dio cuenta que lo estaba abrazando, se movió lentamente para no despertarlo y notó que sus dedos estaban entrelazados debajo de la manta, movió su hombro un poco haciendolo despertar.
- Ya llegamos al campamento - le expliqué.
- Bien - dijo adormilado con voz rasposa.
Ambos se levantaron a buscar sus maletas y una vez fuera todos empezaron a caminar dentro, como siempre el capitán de Nekoma los esperaba en la puerta, les indicó su cuarto y empezaron a dejar sus cosas alistando los futones, como iba por orden de número siempre le tocaba entre Kageyama y Tsukishima.
No tardó mucho en empezar el duro entrenamiento en el cual notaron la gran mejoría de ambos, ganaban más partidos gracias no sólo a ellos sino a los demás también, intentaban nuevas jugadas y tiempos, mejorando más cada vez, esperaban que los que reemplazarían a los de tercero estuvieran a buen nivel para poder acostumbrarse a el paso que ellos llevaban.
Por suerte el periodo de inscripción sería antes de la semana de campamentos, así que le pidieron al director poder llevar a los chicos que planeaban unirse al club, a lo cual aceptó tras ver el gran desempeño del equipo y obviamente la buena imagen que le daba a la escuela.
Llegarían mañana siendo sólo tres pero eran suficientes para cubrir los puestos que faltaban, así que siguieron jugando y entrenando como siempre, a veces se ponían algo sentimentales por ser los últimos días con sus mayores pero no querían desperdiciarlos llorando, sino disfrutando hasta el último segundo.
Por la noche tras terminar de entrenar el extra, algunos cuervos iban apenas llegando a la habitación, entre ellos los dos que entrenaban con otras escuelas, cayeron rendidos pero eso no le impidió al pequeño abrazarse al de lentes cayendo dormido antes que todo.
- Que descanses Tsukishima - se burló Tanaka riendo junto a Nishinoya.
- Trata de soportarlo - pido sonriendo Suga, el rodó los ojos y todos se fueron a dormir.
Al apagar las luces el rubio abrazó al número 10 atrayendolo más hacia a el, ¿era un avance?.
