D O S

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Yoongi conducía tranquilo, mientras Jimin estaba recostado de lado en el asiento del copiloto, lo observaba atentamente. Siempre que podía le gustaba observar a detalle a Min Yoongi, no tiene nada especial, solía pensar, ni siquiera sabía que los había llevado a estar donde están ahora, pero ¿dónde estaban? En el auto del padre de Yoongi, claro.

-¿Qué te pareció la cena? -como si supiera que una oleada de pensamientos maliciosos se acercarán, el rubio interrumpió sus reflexiones.

-Aburridisima, como siempre.

-Quedarme contigo en casa era mil veces mejor plan -eso era. Lo especial de Min Yoongi, era el alboroto que creaba en Jimin con palabras tan simples como inocentes. Jimin sabía.

-¿Aunque estuviera feo y en pijama? -respondió simplemente el castaño.

-Cariño, sabemos que ese pijama solo duraría en ti lo que mis padres tarden en salir de casa -Lo observó un momento, sus ojos debían estar en el camino, pero eso solo hacía que el castaño no pudiera tirarsele encima.

- Para.

-¿Qué?

-Quiero que pares. Detén el auto.

Yoongi, que no sabía diferenciar bien si Jimin se había enfadado o era otra cosa, le hizo caso. Las calles estaban vacías, no estaban lejos de casa, de todas formas, nadie los esperaba como para tener en cuenta al tiempo. Cuando encontró un lugar, espero un momento y observó a Jimin, no sabía muy bien que decir. Entonces, fue el castaño quien supo que debía tener el mando en esa ocasión.

-Cierra los ojos, por favor -demando.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Yoongi hyung… por favor… -realmente, cuando Yoongi decía que Jimin era un niño mimado no se equivocaba. Incluso él, en ese preciso momento en que el menor formaba un puchero con los labios, quiso consentirlo de por vida y darle todo lo que pudiera pedir. Pero no dejaría que lo supiera, claramente.

-Maldito niño malcriado… -dijo en su lugar, mientras suspiraba, comenzaba a cerrar los ojos y se recostaba en el asiento.

Escucho que Jimin se removió y de un momento a otro, sintió a alguien encima suyo, acunando su rostro entre sus manos. Inmediatamente supo que pasaba y entre abrió sus labios justo en el instante en que sintió el escalofrío y la cercanía de Jimin.

Un beso…

Dos besos…

-Toda la noche -susurro el castaño, todavía muy cerca de la boca de Yoongi -he querido quitarte este esmoquin y decirle a esas que este es solamente mi privilegio.

Claramente Yoongi sabía que hablaba de las hijas mayores del amigo de su padre, quienes toda la noche interrumpieron su charla, solo para hablar con él.

-Mi pequeño bebé celoso -el rubio volvió a besarlo –tu esmoquin tampoco está nada mal… pero mejor te ves sin él y sin todos esos ojos envidiando el lindo trasero que es solo mío.

Jimin sonrió mientras sentía como Yoongi desplazaba sus manos lentamente hasta sus nalgas mientras lo besaba, lo atrajo más hacia si y sus entrepiernas volvieron a friccionarse. Jimin jadeo, era todo lo que Yoongi ansiaba oír esa noche.

-Te doy demasiadas exclusividades -dijo entonces Jimin mientras posaba su mano en la entrepierna de Yoongi, pero todavía no podía quitarle ninguna muestra de placer. Debía probar con otra cosa.

-Que dices Jimin…

-Yoongi hyung ha sido mi primer beso… mi primera vez… incluso ahora es la primera vez que estoy con alguien a punto de tener sexo en un auto.

Jimin mesia sus caderas lentamente, de adelante hacía atrás, rozando sin pudor la entrepierna de Yoongi, ellos había hecho cosas peores. El rubio suspiro pesadamente.

-No entiendo a donde quieres llegar con eso…

-No he sido la primera vez de Yoongi hyung en ninguna de esas cosas.

Yoongi lo beso de nuevo, tomando de la cintura con una mano y acariciando su torso por encima de la camisa con la otra.

-Siempre haz sido mi amor -soltó sorpresivamente -el primero desde niños, el primero en la adolescencia, hasta ahora, eres solo tú.

Precipitadamente Yoongi había dicho lo que ambos nunca se habían animado a decir, el rostro de Jimin enrojeció por completo y si era sincero, esperaba muchas cosas en ese momento menos una confesión así. Lo único que pudo hacer era esconderse en el hueco entre el cuello y el hombro de Yoongi mientras sentía como lo acariciaba en la espalda baja.

-Se supone que yo iba a avergonzarte a ti -le dijo y sintió como el otro reía. Escucharon un auto pasar. Era hora de ir a casa.

-Aun tienes toda la noche bebé.

-En la mochila… -respondió maliciosamente -tengo algo con lo que definitivamente Yoongi hyung no me ha visto nunca.

-Ahora comprendo porque tiene candado.

Volvieron a besarse. Pero Jimin se apartó y volvió al asiento del acompañante, quería llegar lo más rápido posible. El rubio bufo, aunque entendía que no podían hacerlo allí, el lubricante y demás estaban en la casa y ahora, también tenía intriga por saber que habría dentro de la mochila del pequeño.

Encendió el auto y siguieron el camino, todo iba bien, hasta que…

-No puede ser.
-¿Ese es el auto de papá? -interrogó Jimin. Por desgracia, estaba en lo correcto.

                                ~●~

Ambos padres de Jimin los esperaban en la sala y no exactamente con los rostros más amigables en Corea.
-¿Dónde estaban? -interrogó rápidamente la mujer -Hace rato de despidieron de nosotros.

Como le explicó, tía, que estábamos toqueteándonos en el auto. Pensó Yoongi, no era el momento.

-¿No que iban todos directo al bar? -trato de distraerlos Yoongi -¿por qué están ustedes en mi casa?

-Ya sabes, tu madre y tu tía sobrino, tienen ideas raras -respondió el padre de Jimin -querían quitarse los tacones y me obligaron a venir a buscar algo más cómodo.

-Nosotros preguntamos primero -replicó la madre de Jimin -confiamos en ustedes ¡hasta les dimos el auto! Y ustedes quien sabe donde se metieron. ¿qué hubiera pasado si no volvíamos?

Probablemente estaría escuchando los gemidos de Jimin y no sus reclamos. Pensó Yoongi, otro pensamiento inoportuno.

-¿Iban a salir de fiesta también? -pregunto el hombre y la mujer observó horrorizada a Min.

-¡No, no es así! Estuvimos buscando algún sitio de veinticuatro horas porque Jimin tenía hambre, pero no encontramos nada ¿verdad Jimin?

El castaño por su parte, había dejado de escucharlos y en su mente lo único que divagaba era la idea de que otra vez, lo había hecho todo mal. Si no hubiera pedido que Yoongi se detuviera, probablemente hubieran llegado a tiempo y probablemente no estarían en este problema. Todo era su culpa, siempre…

-Jimin, cariño –la voz de su madre lo sacó de su trance -¿es verdad lo que Yoongi dice?

En realidad no había escuchado nada de lo que aquellos tres pudieron hablar, pero confiaba en Yoongi así que simplemente respondió que sí, bajo la atenta mirada de su madre, que se suaviso solo después de esa palabra.

La madre de Jimin suspiró.

-¿Y si nos quedamos con ellos?

¡¿qué?! Pensaron Park Jimin y Min Yoongi en el mismo segundo. Probablemente el padre de Jimin pudo oírlo de tan fuertes que fueron.

-¡No! ¡Todos nos esperan!

-Pero…

-¡Nos vamos! Adiós chicos, cuídense, no habrán la puerta a extraños ¡adiós! -definitivamente era el padre de Jimin un salvador.

Family Secret || YOONMINWhere stories live. Discover now