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Ya estaban por entrar al mes de junio. Las medidas de seguridad se habían ido reduciendo, y aunque aún tuvieran que ir vigilando, podían más o menos retomar la normalidad.

Aprovecharon que aún tenían tiempo de estar en casa para terminar de hacer el traslado e ir acomodando las pertenencias de Marinette en el que ya era su nuevo hogar.

La azabache se encontraba en la sala de estar, colocando algunos libros suyos en lo alto de una de las estanterías con una expresión de lo más risueña.

- ¿Te he dicho ya lo mucho que me encanta que lleves falda?

Ella se giró al oír la melosa voz proveniente de sus espaldas, encontrándose con la sonrisa coqueta de su compañero desde abajo de la escalera.

- Eres un gatito pervertido...- lo incriminó divertida, bajando los peldaños con cuidado para así posicionarse de pies al suelo.

- No lo sería si tú dejaras de ofrecerme tan tentadoras vistas.- indicó con elocuencia, acercándose para tomarla de la cintura en una actitud desinhibida-. A veces pienso que lo haces a propósito...

- Pues no es así.- le dio un toque en la nariz-. Sobre todo, sabiendo el peligro que corre mi ropa interior cada vez que alzas la torre...

- ¿Aún estás con lo del accidente del sujetador?- inquirió un deje avergonzado-. Fue solo una vez...

- Hace cuatro días que no encuentro mi corpiño de color fucsia...

- ¡Yo no he sido! Yo...

La joven se puso a reír de repente al ver la reacción del rubio, alzándose de puntillas para besarlo a los labios de un impulso.

- Lo sé, te estaba tomando el pelo, bobo...

Él frunció el ceño con fingida molestia.

- Qué graciosa...- sus facciones cambiaron en cuestión de segundos, denotando ligero asombro-. Ahora que lo mencionas...

Adrien se separó de ella con rapidez, dejándola desconcertada al observar cómo él corría hacia el recibidor y regresaba al cabo de pocos instantes con una caja de tamaño considerable.

- Pero qué...- titubeó confundida, fijándose en el paquete que sostenía y que posteriormente dejó sobre la mesa de centro del salón-. ¿Qué es esto...?

- Digamos que es un regalo para ti.- comentó él, frotándose la nuca mientras la muchacha se aproximaba sorprendida-. Bueno... Eres mi novia, y... ¿Quería tener un detalle contigo?

Aquello la dejó sin palabras. Acercándose hasta quedar justo enfrente de la caja.

- No sé qué decir...- tanteó con los dedos los bordes, sin decidirse en quitar el precinto-. Sólo espero que no te hayas arruinado...

- En absoluto.- se encogió de hombros-. Aunque... Cómo no sabía decantarme por uno en específico, me decidí por varias opciones...

- ¿Varias opciones?- dudó con los ojos bien abiertos-. Pero... ¿Qué es lo que me has comprado?

- Compruébalo tú misma.

Marinette estaba de lo más nerviosa, estudiando el paquete con detenimiento antes de atreverse a retirar el precinto y abrir la caja.

A primera vista no pudo identificar demasiado, apartando el relleno y capas de protección, hasta que al final dio con una tela de gasa negra con el grabado de la marca escrito.

«No puede ser...»

Él se mantuvo tranquilo mientras la contemplaba y la fémina quitó la última protección. Luego tomando uno de los finos extremos de una prenda de color negro, que alzó con las cejas enarcadas.

🔞.Aᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ.      •ᙓᥒᥴᥱɾɾᥲᑯᥲ ᥴoᥒ ຕɩ ᥱᥒᥱຕɩɠo•Where stories live. Discover now