06 † SACRO DUBBIO

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Alessandre era un agujero negro.

Era conocido como el maestro de la Vendetta. Desde niño todos afirmaban que se podía percibir a su alrededor el olor a mafia. Su finita presencia emanaba tanto misticismo que su efecto más insidioso era crear confusión y dudas por donde caminará. Todo hombre que conociera a Alessandre sabía que era un alma de patriotismo, iglesia y sobre todo de deber.

Sus calificativos no escapaban de la realidad que lo rodeaba, ya que era cierto que nadie, ninguna partícula, ni siquiera la luz, podía escapar de su poder cuando así lo deseaba. Era el mayor experto en la cátedra de encontrar dinero y poder cultivado a través del arte de asesinar y salir impune.

La familia Giordano era aquella a la que en verdad debía atribuirse la creación de Cosa Nostra. Fueron los visionarios quienes sembraron la idea de la organización como Estado. Se encargaron de sacar a relucir el hecho de que con el poder venía la potestad, potestad que pronto se auto adjudicaron sobre la vida y la muerte de todos aquellos que fueran proclamados como sus súbditos.

Era conocido también como el Hermano. Alessandre Giordano era un hombre en la quinta década de su vida con la tez blanca tostada por el sol del mediterráneo. Su piel era el único rastro que contaba la historia de todo aquello que había vivido. Su cabello negro peinado hacia atrás en perfecto orden y los anillos arduamente pulidos que adornaban cada uno de sus dedos delataban una conducta obsesiva compulsiva.

También era conocido como el fantasma. Gracias a su familia se instauró en Italia un nuevo orden donde la policía se limitaba a contar los cadáveres que aparecían en las calles y pasaba por alto la extraña lógica que subyacía detrás de aquel fogoso derramamiento de sangre.

Y ahora después de tanto tiempo estaba de nuevo frente a mí. Lucía un traje negro impecable, una corbata roja y, cosa que no podía faltar, un sombrero Borsalino negro que siempre había sido la marca distintiva de su familia. Alessandre Giordano había entrado a mi vida años atrás para apoderarse silenciosamente de ella, y hoy yo estaba dispuesta a entrar a la suya para cumplir con mi deuda hacía él.

Por que a pesar de que Cosa Nostra fuera un juego macabro, una carrera desenfrenada por obtener beneficios y poder, había reglas sagradas para todos sus verdadero hombres de honor. Así que haciendo honor a la verdadera sangre que corría por mis venas, estaba destinada a cumplir con mi deber.

Mis sentimientos hacia el señor Girodano evolucionaron con el pasar de los años. El temor irracional inicial no tomó mucho tiempo en convertirse en complicidad deliberada para finalizar en una metamorfosis que daría inicio al sentimiento más real que ha hecho presencia en mí; el odio.

Gianni Vitale permanecía en silencio observándome desde una punta de la colosal mesa rectangular. A su lado derecho el gemelo de ojos negros y a su lado izquierdo el gemelo de ojos azules.  Era una escena cómica por que el aire a su alrededor me hacía pensar en cómo el señor Vitale tenía en sus hombros a un diablo y un ángel aconsejando sus pasos. La verdadera cuestión era ¿quién era qué?

Por otro lado, en el extremo opuesto de la mesa el señor Alessandre con facciones inexpresivas esperaba paciente a que todo iniciaría.  Tener a los Giordano y los Vitale en una sola habitación era verdaderamente fascinante por si solo, más teniendo presente que la alianza entre ambas familias las convertiría en una fuerza tan devastadora como invencible. 

Y no planeaba desmeritar el esfuerzo que otras familias de Cosa Nostra habían realizado previamente para crear alianzas, por lo contrarío, las alianzas dentro de la mafia siciliana eran pan de cada día. Pero nunca antes se había siquiera contemplado una entre las familias originales. Las Originali, como eran conocidas las tres familias fundadoras, eran demasiado orgullosas, arrogantes y soberbias como para aliarse entre ellas. 

Angelical InfernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora