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Del día que nos conocimos hasta hoy... y nuestro futuro.



Y ahí estaba otra vez. En esa misma oficina ocupando el mismo sillón que reclamo como suyo, años atrás. Su mirada clavada en alguno de los muchos objetos de la repisa tras el escrito, ¿Cuántas veces había examinado cada objeto por curiosidad? ¿y cuantas en un intento de familiarizarse con esas habitaciones? No lo recordaba, pero, si alguien le aplicara un examen sobre los objetos en ella; sin duda tendría puntos extras al especificar su origen, costo, fecha y la pequeña historia de su adquisición.

Si, pasaba mucho tiempo en esas habitaciones. Conocía el departamento como la palma de su mano, si no es que mejor. Se encontraba en la sala de estar que compartía espacio con una pequeña oficina personal. Por el pasillo a su derecha se encontraba la oficina oficial de jefe de casa. Por la izquierda una puerta que conducía al pasillo que dividía la cocina, el pequeño comedor de madera, el baño y por su puesto las dos recamaras.

"Dos recamaras". Pensar en eso solo le provocaba un mal sabor de boca y es que ¿Por qué tener dos dormitorios si bien con uno bastaba? Pero claro, eso no era correcto, tenían que ser dos.

Suspiro distraídamente llevando su mano para jugar con el bonito collar de plata y esmeraldas brillantes que recibió en su primera semana de escuela.

Sus padres no estaban muy contentos por eso, o mejor dicho, con lo que no estaban contentos era con la persona detrás de dicho regalo. Volvió a suspirar, sus padres eran tan infantiles ¿Qué tenia de malo que su jefe de casa le diera un presente?

—... Además tus padres no estarán muy contentos de saber que pasaste toda la tarde aquí otra vez —mención con cansancio el hombre frente a el—. Te he dicho que no pases más de tres horas aquí los fines de semana.

Harry apenas lo escuchaba, prefería recordar el día que recibió el collar, si ese lindo collar con dos basiliscos custodiando una llave de plata negra con pequeñas enredaderas.

Contemplando desde el escritorio, Severus bufo al verse ignorado otra vez—. Eres tan solo un niño que podría cambiar de opinión en cualquier momento y yo soy muy viejo para ti —y con eso tenía su atención otra vez. El final de ese discurso que llevaba años dictando. Uno que siempre caía en oídos sordo hasta llegar a esa conclusión.

—No eres viejo y en definitiva no soy niño —declaro con firmeza, arrugo la nariz para agregar—. Tal vez un adolescente, per-adulto, en dos años seré un adulto. Puedo esperar un poco más.

—Un años y siete meses. Dudo que tu paciencia de Gryffindor pueda con eso —se mofo el hombre caminando al otro sofá, su lugar, cundo tenía la necesidad de agregar distancia entre los dos.

—Para rechazarme constantemente tienes bien medido el tiempo de mi legalidad... —fue su turno de mofarse de su profesor.

Rodando los ojos dijo— Hablando enserio. Lily está buscándote por todo el castillo no tardará en llegar aquí. Aprecio el buen estado de mis muebles, no quisiera perder esta vez mi escritorio es una reliquia familiar.

—Soy serio. Respecto a esto lo soy —reviso la hora en el reloj postrado sobre la chimenea—. ¿Por qué no compraste otro? No se detendrá solo por ser una reliquia ¿sabes? —miro divertido al oscuro hombre. Después de tantos años no entendía el por qué seguía soportando los arrebatos de su madre e incluso los insultos que recibía de su padre, las ocasionales veces que se veían al año.

Él no había hecho nada realmente, durante la guerra se encontraba en una pasantía de pociones en Estados Unidos junto a la de DCAO en Japón, después de eso viajo unos años por el mundo antes de aceptar el puesto de profesor de DCAO junto con la jefatura de La Casa de las Serpientes y el bono de reabastecer las pasiones de la enfermería. Su madre no estuvo contenta con eso.

—A diferencia de cierto heredero, no pienso desperdiciar mi fortuna en vanidades cunado en las bóvedas hay piezas tan exquisitas como esas del siglo XIV. Vamos ya torturo suficiente a sus compañeros en su búsqueda señor Potter —'Potter' la señal de siempre. Con reticencia se levantó del sofá tomando sus pertenencias.

—No piense que se librara de mi tan fácil profesor —Harry se acercó peligrosamente hasta quedar a su altura, era unos veinte centímetros más bajo que el e internamente esperaba que no creciera más. Su mano tomo el pomo de la puerta y antes de abrirla el chico se estiro un poco depositando un beso en su barbilla—. Tengo mis métodos para hacerlo caer a mis pies.

—Mgh esa es una promesa muy sugerente —murmuro atravesando el portal, guiándolos a la puerta que conectaba a las mazmorras—. O solo palabrerías de un mocoso que no entiende la palabra 'No'.

Harry estaba a punto de responder cundo una puerta azotándose contra la dura pared de piedra zumbo en sus oídos.

En medio del marco y con barita en mano se encontraba Lily Potter, despeinada, con una ligera capa de sudor cubriendo su frente y respirando con dificultad. Harry hizo el afán de esconderse tras su jefe de casa cuando su madre empezó a lanzar acusaciones al hombre que solo miraba triste su ahora destrozada puerta. "Lo que tengo que soportar".



¿Sabían que 'Shofar' de hecho es un instrumento?

El otro día mi mamá dijo 'sofar' en lugar de 'sofá', después de corregir le ella pregunto ¿qué era 'Sofar'? Lo busque pero esa palabra no existía, era 'shofar' con 'h'; y resulta que es un instrumente ceremonial judío :v/                                                                                                                          Todos los días se aprende algo nuevo. 


Del día que nos conocimos hasta hoy... y nuestro futuro.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ