Capitulo I: El encuentro (II/III)

Start from the beginning
                                    

Me levanté lo más rápido que pude, no quería que se diera cuenta de mi torpeza, pero no tuve tanto éxito. Enseguida se volteó, en la oscuridad de la noche no pude ver su expresión, pero si distinguí el tono burlón con el que habló.

—Os caísteis, ¿no?

Terco como era, por supuesto que negué lo evidente. Tenía la esperanza de que no se hubiera dado cuenta.

—¿Qué decís? ¡Claro que no! —Ella hizo un sonidito. Desde donde estaba no pude descifrarlo, pero seguro se burlaba.

Por precaución hice aparecer una luminaria azulada en mi mano y decidí mantener la vista en el suelo, no iba a quedar como un tonto delante de ella resbalando otra vez. Me apresuré a llevarle el paso, pero era difícil caminar a su lado y al mismo tiempo no volver a caer.

Continuamos nuestro viaje, temblando por el frío en absoluto silencio. A medida que caminaba no podía evitar pensar en mi reino y en el peligro que lo acechaba. Llevaba más de cuatro lunaciones viajando por todo el continente, tratando de encontrar alguna manera que me permitiera ayudar a Augsvert y no había tenido éxito. Ahora me topaba con esta hechicera y por alguna razón la esperanza había vuelto a mi espíritu. Por más que ella dijera que no era poderosa yo sentía lo contrario y estaba convencido de que ella era lo que buscaba.

O tal vez no era más que mi desesperación lo que me hacía tener vanas esperanzas y confiar más de la cuenta en una desconocida.

Mas o menos después de caminar algunas millas o lo que tarda una vela de Ormondú en consumirse completamente, el sol comenzó a salir. El lúgubre paisaje nocturno se disipó en cuanto la luz tocó la tierra. Ante nosotros se extendía una hermosa vista. En porciones extensas, el suelo estaba cubierto de hierba verde y húmeda, interrumpida a tramos por las rocas oscuras que se elevaban varios palmos en algunos sitios. En otros, crecían pequeños arbustos de hojas verdes, brillantes y puntiagudas. Caminamos envueltos en el olor de la tierra mojada de rocío hasta llegar a un valle rodeado por pequeñas colinas de picos nevados. En medio se abría un lago cristalino que reflejaba en su superficie el cielo plomizo cubierto de nubes, cual si fuera un espejo de plata.

La sorcerina se agachó en la orilla del lago para beber con avidez de sus aguas claras. Yo también estaba sediento después de caminar más de la mitad de la noche, así que me incliné un tanto alejado de ella para beber y llenar de agua mi cantimplora de piel de cabra.

Me distraje mirando la gélida belleza a mi alrededor, cuando me di la vuelta me encontré solo. De un salto me levanté y empecé a buscar a mi taciturna acompañante encontrándola varios pies más adelante, entrando a una cueva oculta en una de las colinas.

Corrí hasta ella para alcanzarla ya dentro de la cueva.

Contrario al frío de afuera, adentro estaba cálido. Un resplandor dorado rojizo alumbraba el pasillo primigenio por donde caminaba. Supuse que era la luminaria de Lys de ella la que arrojaba aquel resplandor.

Caminé por el estrecho corredor excavado en la montaña, mirando como en las paredes de piedra se proyectaba, gigantesca, la sombra de Ariana. La sorcerina se había mostrado durante todo el camino silenciosa y huraña, diferente a lo habladora que estuvo cuando quería que la liberara.

El pasillo no era muy largo; terminaba en una cavidad irregular, amplia y bien iluminada.

Al entrar, noté con sorpresa que en la cueva había muebles de madera de fresno en un acabado rústico, algunos apoyados contra las paredes de piedra, otros estaban en el centro de la estancia; tal como una mesa baja, casi a ras del suelo, en cuya superficie se encontraban dispuestos varios platos, una jarra de barro y cuencos más pequeños, también de barro. Me sorprendí al ver un gran estante en la pared oriental lleno de libros, pergaminos, tablillas, tinteros y plumas. Se sentía un ambiente erudito y bastante acogedor, tal vez por el calor allí dentro, tan diferente de la salvaje frialdad de afuera.

Augsvert I: El retorno de la hechicera (COMPLETA)Where stories live. Discover now