Boy With Luv ^ Jikook [ADAP.]

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Jungkook ya estaba fuera de peligro luego de dos meses recluido en el hospital. Sus costillas habían sanado así que los doctores le dieron el pase para que regresara a su casa.

Jimin junto a los padres de Jungkook, fueron al hospital para ir por él y hacerle una fiesta de bienvenida en su casa organizada por sus hermanos y amigos. También por Jimin en lo mínimo aunque Taehyung insistía en que ya estaban completos.

El azabache tomó a Jungkook entre sus brazos con cuidado para colocarlo en la silla de ruedas. El castaño tenia ganas de correr, salir de ahí lo más antes posible.

Mingyu entró a la habitación, tenía una cara larga. Entre sus manos tenía un tulipán para entregárselo a Jungkook.

— Para ti — se la entregó Jungkook le agradeció con una sonrisa.

— Mingyu hyung...

— ¿Hmm?

— No estés triste. Solo sigue mis consejos y ya tendrás a esa enfermera entre tus brazos.

Mingyu trató de sonreír. Se despidió de los padres del Mingyu con un abrazo y le tendió la mano a Jimin antes de salir. Limpió la única lágrima que caía de su mejilla mientras corría por lo pasillos para ocultarse.

— ¿Qué le pasó? — preguntó el azabache mientras lo empujaba en la silla de ruedas.

— Solo está triste porque me voy. Yo era el que le daba consejos para conquistar a su chica — dijo el castaño mirando todo a su alrededor con emoción.

— Entonces recibió muy buenos consejos — el azabache hundió su rostro en su cuello, haciéndole cosquillas.

— ¡¡Ya Mochie!!

— Jimin, ve a buscar el auto para que podamos mover a Jungkook con facilidad. — dijo la señora Jeon.

— De inmediato ma. — Jimin dejó a Jungkook con su padre y sacó las llaves de su auto para ubicarlo e ir por él.

— ¿Ma? ¿Qué...? ¿Desde cuando te dice "ma" mami? — preguntó Jungkook con el ceño fruncido.

— Desde hace como... ¿Un mes? Un mes aproximadamente. Jimin ya es parte de nuestra familia — la señora Jeon sonrió — ¡además cocina delicioso!

— Extraño sus comidas — Jungkook hizo un puchero.

— Y no es un cabeza hueca como lo pensé — agregó el señor Jeon, Jungkook frunció su ceño — no puedes hablar hoy en día de política con ningún joven excepto con Jimin, y tampoco dice estupideces... Él sabe lo que dice.

— Ah cielos... — Jungkook apoyó su mejilla con su mano.

Jimin de verdad debía amarlo como para aguantar todos los comentarios de su padre quejándose del gobierno.