Capítulo 45.

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Narrador desconocido.

-Le tengo nueva información señor.

Tomo el móvil son desgana mientras fumaba mi cigarro. -¿Y?

-La señorita estuvo hace unas semanas en el Hospital Psiquiátrico de Fox.

-¿Qué hacía ahí?

-No lo sé señor, fue junto a Griffin.

-¿El mayor o el menor?

-El mayor señor.

-Tal parece que sean hecho muy amigos. –Apago el cigarro sobre el escritorio. –Averigua que hacia ahí.

-Sí señor. –Cuelgo.

Rose Johnson.

-¿De verdad? –Melody mira a Alvin con emoción.

-Por supuesto, te prometí que iríamos a la feria y eso haremos.

Melody se lanza en sus brazos llenándolo de besos, estaba muy feliz por ellos, ella había tomado la fuerza para contarle la verdad y Alvin le creyó totalmente, incluso han vuelto a estar juntos.

-¿Rose vienes con nosotros? –Me pregunta Melody.

Alzo mis manos. –Oh, no, vayan ustedes, el punto es ir en pareja a la feria. –Contesto.

-Pues sí, ¿Sabes todas las personas que irán sin ninguna pareja? Tú puedes venir. –Me dice Alvin.

-Pasoo.

-¡Rose! –Ambos me fulminan con la mirada.

-Prometo que lo pensare. –Les digo.

Y así hemos vuelto a clases, la verdad si quería ir a la feria pero ellos acababan de reconciliarse merecía un poco de tiempo juntos y no tenía muchas ganas de ir de mal tercio.

He salido del instituto, estaba agotada, mi cerebro no daba para más, ¿Quién coño invento las matemáticas? Que desastre.

-Señorita Rose, un placer verla.

Una voz desagradable me sobresalta, al voltear era Alfred.

-Lamento no decirle lo mismo. –Contesto.

Se lleva la mano al pecho fingiendo un gesto de dolor. –Qué pena no poderle caer bien.

-Creo que después de ese día lo dudo.

-Son negocios señorita, pero puedo asegurarle que nunca he lastimado a nadie.

Si claro. Un trueno hace que me sobresalte, pequeñas gotas de lluvia empiezan a caer, mierda.

-Puedo llevarla si lo prefiere.

-No gracias, prefiero caminar.

-¿Esta segura? Insisto, podría resfriarse.

Miro al cielo, estaba bastante nublado y las gotas cada vez eran más fuertes, a este paso llegare a la parada empapada.

-Yo la llevare Alfred.

Me giro Alex estaba parado con sus manos en sus bolsillos, miraba a Alfred de muy mala manera.

Alfred lo mira divertido, haciendo un gesto falso de desilusión. –Que lastima señorita me hubiera encantado pasar tiempo con usted, buen día. –Entra en su auto y se aleja lentamente.

-Ten cuidado. –Me dice Alex ya solos.

-¿Qué?

-No te acerques a él.

Intense.Where stories live. Discover now