Capítulo 20.

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La alarma de mi móvil ha sonado 4:30 am. Me levanto rápidamente y corro hacia la cocina, casi me tropiezo en la escaleras, Marco se encontraba tirado en el piso durmiendo al final de las escaleras, ¿Cómo coño se le ocurre dormir aquí? Casi me mato.

Al pasar por la sala Melody estaba durmiendo en el sofá y en la cocina estaba Alvin dormido sobre la mesa, si serán estos, he empujado a Alvin, este ha caído al suelo pero ni ápice de despertar.

Saco los ingredientes que compre para la torta de mi padre rápidamente, papá siempre se levanta a las seis debo darme prisa, cuando estaba sacando los huevos por poco y se me caen pues un brazo se ha posado en mi hombro ocasionándome un susto.

Al voltearme era Alex.

-A como sigas asustándome voy a matarte. –Le digo. -¿Qué haces aquí?

-Ayer me dijo Marco que estabas organizando una sorpresa para tu padre y que pensabas levantarte muy temprano para hacerle la torta. –Se lleva una mano hacia su cabeza frotándosela. –He venido para ayudarte, dudo mucho que estos se levanten.

Lo miro de arriba abajo, ¿Estoy soñando? ¿Alex queriéndome ayudar a mí?

Luces de la esperanza encendidas.

-Lo hago por tu padre claro.

Luces de la esperanza apagadas.

Suspiro. -¿Sabes cocinar?

Este me guiña un ojo. –Puedo arreglármelas.

-Vale.

Le he dado los huevos y la azúcar para que vaya batiendo, tuve que enseñarle a batir ya que no tenía ni idea, después he preparado el caramelo que con lo que ira decorado.

Luego he preparado la masa de la torta, tuvimos un pequeño imprevisto con la harina ya que Alex me ha metido la cabeza en la taza de la harina ahora parecía un fantasma, he agarrado un poco de caramelo para embarrárselo en el rostro.

Luego ha empezado una guerra de harina y caramelo, estábamos repletos, me he dado la vuelta tapándome el rostro pero Alex me ha tomado por la cintura pagándome a la pared.

-Ven acá. –Me dice.

Estaba riendo, una risa ronca y deliciosamente sexy.

-¡No, basta ya! –Le digo entre risas.

Me he fijado en el reloj de pared las cinco, he metido la torta rápidamente al horno y he ido a despertar a los demás.

-Yo despertare a Alvin. –Me dice.

Melody ya estaba despierta, estaba sentada en el sillón arreglándose el cabello, mejor una tarea menos, le he dicho rápidamente que vaya a la cocina y esta ha corrido hacia allá, fui por Marco que aún se encontraba tirado en suelo.

Lo he sacudido con todas mis fuerzas, este ha abierto los ojos.

-¡AAAAA, un fantasma! –Grita.

-Cual fantasma idiota, soy yo.

-¿Qué haces cubierta de harina? Casi me matas del susto, que fea.

Lo fulmino con la mirada. –Gracias por el piropo, necesito que corras a la cocina papá ya va a despertar.

Se levanta rápidamente. -¡Voy!

Al llegar a la cocina he sacado la torta y la he adornado rápidamente, luego le he puesto las almendras, ha quedado preciosa, digna para un concurso.

Hemos escuchado una alarma, era el móvil de mi padre, ya iba a levantarse, he sacado el pequeño letrero que Marco y yo hemos hecho con ayuda de Melody y Alvin por supuesto, que decía: Felicidades papá te queremos muchísimo.

He mirado a todos, la verdad que estábamos hechos un desastre total, la cara de Alvin era parecida a la de un zombie y ni hablar de la de Marco, el cabello de Melody era un dilema y Alex y yo estábamos de pies a cabezas cubiertos de harina, vaya impresión iba a tomar mi padre.

Hemos escuchado pasos, mi padre estaba acercándose, al llegar a la cocina todos hemos gritado.

-¡Sorpresa!

La cara de mi padre era de película, nos ha mirado de arriba abajo a todos, sus ojos pasaban por cada uno de nosotros con una mirada de desaprobación pero luego ha sonreído.

-Vaya, no me esperaba esto para nada, muchas gracias chicos.

Cada uno le ha dado un abrazo, incluyendo a Alex, este no quería un abrazo por el cual le había dado la mano a mi padre pero este lo ha abrazado de todos modos, sonrió.

Luego me he lanzado a los brazos de mi padre, este me ha abrazado con fuerza depositando un beso en mi frente.

-¿Qué les parece celebrar este cumpleaños a lo grande señor Johnson? –Le dice Melody.

Ay no, mas alcohol no por favor.

-¿Cómo? –Le pregunta mi padre.

¡No te dejes convencer!

-Podemos beber un poco. –Sonríe esta.

Mi padre sonríe. –Creo que les hemos ganado chicos, tu madre y yo ya hemos planeado algo. –Dice en dirección a Alex.

Todos lo miramos con curiosidad.

-Soy policía y no debería llevarlos pero. –Este sonríe de oreja a oreja.

Ya le estaba agarrando trauma a esas sonrisas.

-¡Vamos todos a Orgasmo! -Dice con emoción.

-¿A dónde? -Pregunto.

Todos sonríen.

-Orgasmo, es una discoteca. –Me dice Alvin.

-¿Podemos entrar menores de edad? –Pregunto.

Todos se llevan las manos a sus rostros.

Perdonen por ser una chica bien.

-Se supone que no pero, será un pequeño secretico. –Dice mi padre.

Vaya ejemplo de policía era.

Todos aplauden muy contentos.

-¡Vamos!

¿No se cansaban de beber? Tenían agallas.

-Muy bien chicos, vayan duerman un rato y refrésquense todos parecen cadáveres, nos veremos aquí en la noche.

No quería lidiar con borrachos de nuevo, ¿Qué clase de padre se lleva a su hija y a sus amigos a una discoteca? O mejor dicho ¿Qué policía normal permite eso? Me ajunto con puros locos dementes. 

Intense.Where stories live. Discover now