Capítulo 43.

183 16 4
                                    

Alex Griffin.

Estaba a punto de subirme al auto cuando Melody y Rose se ha puesto enfrente.

-¿Qué? –Les pregunto.

-¿Podemos saber a dónde vas? –Melody se cruza de brazos

-A un lugar.

-Eso es obvio.

-¿Podemos acompañarlos? –Me pide Rose.

-No.

Mi tono de voz fue brusco, ocasionando que dé un paso hacia atrás.

Suspiro, miro a Alvin, este levanta sus hombros.

-¿Es lo que creo? –Pregunta Mel.

-Si. –Contesto.

Rose nos mira confundida.

Se estaba haciendo tarde, haciendo una mueca de disgusto me subo al auto. –Suban. –Les digo.

Rose Johnson.

El camino fue largo ya que ese lugar se encontraba un poco apartado del pueblo, era una carretera cubierta de árboles, un poco solitaria.

Hemos llegado, era una enorme casa, cubierta por árboles. Veo un gran letreo un poco viejo.

Hospital Psiquiátrico de Fox.

¿Qué hacíamos en un psiquiátrico?

Al bajarnos he mirado a Alex, su expresión era tensa, apretaba su mandíbula y sus puños con fuerza. Melody sujetaba con fuerza la mano de Alvin mostrándole apoyo.

¿Podía hacer lo mismo con Alex? No quería arriesgarme a ser rechazada, pero ¿Por qué no intentarlo?

Tomo su mano lentamente y se la apretó con fuerza, este me mira un poco confundido pero no me rechaza, al contrario me la sujeta.

Hemos entrado al lugar, habían varias enfermeras caminando de aquí allá, algunos pacientes daban un poco de miedo, igual que el lugar.

Una enfermera se dirige a nosotros, llevaba el cabello recogido en un moño, su uniforme perfectamente planchado.

-Señores Griffin, un placer volver a verles. –Dice con una sonrisa.

Alvin no dice nada, este solo mantiene su mirada al suelo.

-No puedo decir lo mismo señorita. –Le contesta Alex, provocando que la sonrisa de la mujer se borrara completamente.

-Lo entiendo perfectamente. –Dice. –Lamento haberle llamado así.

-Descuide, ¿Cómo se encuentra? –Alex aprieta mi mano con fuerza, puedo sentir un ligero temblor en ella.

-Hemos podido controlar el sangrado, por suerte el corte no fue tan profundo, está estable. –Hace un gesto con su mano invitándonos a seguir. –Puede verlo si le apetece.

Alex parece dudar un poco, ha tomado un poco de aire. –Vale.

-Bien, pero me temo que solo dos pueden entrar señor, dos de ustedes tendrán que esperar aquí. –Dice.

Miro a los chicos, me imagino que querrán entrar juntos, así que he tratado de soltarle la mano, en cambio este sigue tomándomela con fuerza, Alvin y él se miran, Alvin le asiente.

-Esperaremos en el auto. –Dice abandonando el lugar.

-Muy bien, síganme. –Dice la mujer.

Cada paso que dábamos me parecía que era una tortura para Alex, su respiración era acelerada, sentía su pulso a mil, mientras le sujetaba la mano, con la otra le he tomado del brazo, cada paso era lúgubre, en algunos pasillos se perdía la intensidad de la luz quedando en una casi oscuridad.

Intense.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora