Inocente y Sensual ⌠GiyuuTan⌡

Epílogo:

Nota Irenne:

Hola! lamento informarles que esta historia a llegado a su fin, ya se contó lo que se tenia que contar, se que deje muchos huecos, como lo que paso con Muzan o la relación entre Yoriichi y Sumiyoshi, bueno estoy pensando en escribir otra historia que de seguimiento a esta, no la esperen pronto, me estoy enfocando ahora mismo en el ship derivado del GiyuuTan, el GiTan, me imagino que ya saben cual es.

✤

Habían transcurrido unas pocas semanas desde el nacimiento de su cachorro, más específicamente dos meses, Tanjiro se había dedicado a Sumiyoshi todo el tiempo y momento, olvidando solo un poco a Giyuu.

El omega terminaba tan cansado de todo el día, no había querido aceptar la ayuda de betas, su madre había podido con todos sus hermanos, Tanjiro pensaba porque el no, estaba su orgullo omega implicado, que cuando llegaba la noche solo dormían y Giyuu a estas alturas cargaba frustración sexual, sus instintos gritaban morder, marcar, lamer el dulce cuerpo de su omega, además de esos dos meses contaban el par de semanas en las que Tanjiro lo evito por aquel malentendido, se estaba muriendo por tener a su omega entre sus brazos.

Pero el alfa entendía que ahora la prioridad era Sumiyoshi.

Giyuu suspiro al mirar a sus dos amores dormir en el mismo futón que compartían ellos, dormían tan plácidamente profundo, eran tan adorables y hermosos, los dejaría dormir solo un poco más, solo beso las cabezas de ambos omegas, antes de levantarse, alistarse y partir a su trabajo en la finca.

Estaba molesto, irritado, enojado y todos los empleados y los que no lo eran lo notaban.

Tanjiro parpadeo con el fin de despertar, su vista se aclaró poco a poco encontrando su lado derecho vacío, como se estaba haciendo costumbre, suspiro decepcionado, quería pasar unos pocos minutos en la mañana con su alfa, últimamente casi no tenían tiempo de caridad juntos y su omega comenzaba a gimotear por la atención de Giyuu, se sentía abandonado.

Aunque el omega tenía parte de la culpa, todo su tiempo y esfuerzo era dedicado solo a su cachorro, no podía evitarlo, desde que casi fue secuestrado para alejarlo de su lado, no confiaba en nadie, bueno quizás solo en Yoriichi, pero el pequeño alfa era solo un niño, aunque ya le había demostrado en varias ocasiones que era capaz de cuidar al pequeño omega.

No sabía qué hacer.

Estaba perdido.

Tanjiro suspiro observando como Yoriichi y Michikatsu jugaban con su cachorro, lo había estado haciendo toda la mañana, estaba deprimido, no sabía cómo llegar a su alfa, aún no había pasado una situación como aquella, eran inexpertos y ahora que la tenían era complicado, no sabían cómo comunicarse uno al otro, era frustrante.

Simplemente debería llegar y preguntarle directamente, aunque sería muy vergonzoso, no podía, no sé atrevía.

La voz de uno de los betas sirvientes lo saco de sus vacilaciones cobardes.

— Omega Tengen, está aquí — murmuro la beta con cortecia.

Zenitsu se veía bien con su gran vientre, estaba embarazado, le sentaba bien, lo hacía ver más brillante y llamativo, como le gustaba a Uzui.

—¡ Tanjiro! — dijo con entusiasmo Zenitsu, mientras abrazaba parcialmente al otro omega por los hombros, con vivas exaltación.

Bien, pediría un concejo de su amigo, se notaba que la relación de aquellos dos era más abierta.

— Zenitsu, bienvenido — las formalidades entre ellos no existían desde hace bastante tiempo.

— ¿Por qué la cara larga? — murmuro Zenitsu preocupado, mientras con dificultad se sentaba en el cojín que la beta le otorgo, tenía bastante tiempo que no veía a su amigo triste, desde que se emparejo con Tomioka.