Inocente y Sensual ⌠GiyuuTan⌡

Capítulo 7:

Los días posteriores fueron tanto dolorosos, como un suplicio y un daño a su ego alfa, Tanjiro cada día esbozaba feromonas más densas, más pesadas, más intensas, llamando a un alfa con su excepcional aroma para aparearse.

Los primeros días era soportable, aun podían dormir en la misma habitación, conversar a ratos o simplemente hacerse compañía uno al otro, pero después de esos primeros días, no podía, era un suplicio tener que luchar con su instinto alfa, las feromonas se volvían cada vez más agresivas y atrayentes, suplicando que lo preñara y anudara.

No podía pensar con claridad en presencia de Tanjiro, todo era impulso de morder la nuca del omega, desbordarlo con su semilla e impregnarlo completamente con su aroma, hacerlo completamente suyo.

No habían hablado sobre el hecho de pasar el celo juntos, el tema era demasiado vergonzoso para Tanjiro, así que todo quedo en el aire.

Antes el aroma solo se limitaba a la habitación, era suave y casi agradable, pero llego el momento en que nadie podía estar en las habitaciones posteriores, sin ser atraído por el dulzón aroma a celo del omega.

Giyuu gruñía amenazadoramente a cualquier alfa o beta que se atreviera a si quiera tratar de acercarse al pasillo de las habitaciones, claro él estaba a una distancia segura, eso no quitaba que de vez en cuando llegaran bocanadas del extaciante aroma a celo y nublaba sus sentidos hasta casi perderse, en esos casos apretaba los dientes y se obligaba a salir a tomar un poco de aire fresco.

Tanjiro cada vez pensaba más, que se volvería loco por el calor infernal bajo su piel, el nudo en su vientre se apretaba conforme pasaban los días, y su culo segregaba demasiada lubricación empapan el futón.

Su nagai juban se pegaba a su cuerpo por la humedad del sudor, sintiendo el calor crecer en su interior, podía sentir su cuerpo exudar ondas al imaginar el gran y poderoso cuerpo de su alfa.

Como pudo desanudo el moño de su bata, dejando que el aire fresco erizaba su piel al contacto, gimió por el cosquilleo que le provocó la suave brisa.

Quería tocarse, pero no se atrevía, se limitaba a frotarse en el futón, nunca había tenido un celo tan fuerte, simplemente siempre se sentía abochornado y sentía la necesidad, lubricaba en demasía, sentía los calambres típicos, pero no a tal grado de querer salir corriendo y dejarse follar por cualquier alfa, tenía la culpa Giyuu, él y sus feromonas alfa.

— Giyuu — sollozo lleno de desespero.

Fue un idiota al no pedirle a Giyuu que pasaran el celo junto a él, claro, se sentía avergonzado por quererlo y anhelarlo, imbécil, eres un estúpido Tanjiro Kamado, sería su alfa dentro de poco, ¿Qué más daba? Lo necesitaba, lo necesitaba mucho y rápido.

Necesitaba su dura polla muy dentro de su culo y su nudo inflamado en su interior, quería borrar ese doloroso vacío y calmar ese nudo persistente en su vientre.

— ¡Giyuu! — grito, tirando lo primero que encontró, no fue muy lejos sus fuerzas menguaban, sus piernas temblaban y sus brazos no tenían energía.

Todavía no se perdía por completo en la bruma del celo y el instinto, pero pronto, pronto lo haría y si Giyuu no estaba ahí para satisfacerlo saldría corriendo, se aparearía con cualquier alfa que se le cruzase de eso estaba seguro.

— Ayúdame alfa, alfa te necesito — se sentía indecente al llamarlo alfa en estas circunstancias, pero era necesario el infierno lo estaba consumiendo y necesitaba extinguirlo urgentemente.

Con piernas de bambi, inestables y torpes, estaba casi sin energía y era doloroso moverse, se apoyó en la pared para levantarse de primer mueble que encontró, con pasos lentos, pausados y cansados logro salir de la habitación.