☣CAPÍTULO 10☣

52 7 0
                                    

❖

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



         Lo único que recuerdo es haber despertado con un terrible dolor de cabeza y el cuerpo entumido. De inmediato me percato de dos cosas: mis manos están inmovilizadas a mi espalda y algo negro cubre mis ojos. Un movimiento vibratorio me hace saber que estoy en un coche, y la voz de dos hombres me hiela la sangre. Comienzo a respirar con agitación, a punto de caer en pánico, cuando una risa flemática me pone en alerta.

         —¡Mira! Despertó la bella durmiente —Escucho delante de mí—. Creí que me había pasado de droga, menos mal. Hubiera sido una lástima, ¿no crees?

         Una mano fría me recorre el mentón, estremeciéndome.

         —Déjala en paz Jared.

         Puedo escuchar su risa y la sangre se me hiela lentamente. Me muerdo el labio, reteniendo el llanto.

         —Aunque no tanto como para Hunter.

         Ese nombre me hace reaccionar, quitándome de golpe las ganas de llorar. Frunzo el ceño.

         —¿Esto es cosa de Glenn? —pronuncio con voz temerosa.

         —Mira hombre, ¡habla! —se ríe el tipo frente a mí, y un movimiento frenético me advierte que se ha colocado a mi lado. Me encojo sobre mis piernas—. Entiendo por qué te eligió a ti. —Se acerca demasiado, siento su respiración sobre mi cuello—. Para una sobreviviente guapa que se encuentra por ahí, tendría que aprovechar. —Me toca el cabello y yo retrocedo con repudia. Entonces él ríe—. Encima tiene carácter. ¿No es una monada?

         —Ya vale, Jared. —La otra voz parece autoritaria y molesta.

         El tipo a mi lado vuelve a reír y se aleja con un suspiro.

         —Lástima que tengamos que deshacernos de ella al final. Yo podría darme un festín mucho más provechoso con su carne.

         Tengo ganas de escupirle a la cara, pero me contengo. En mi condición puede que no sea lo más sensato provocarle.

         —¿Qué es lo que quieren de mí? —digo en su lugar—. No tengo nada que pueda interesarles. Soy una simple sobreviviente cualquiera. Deben estar confundiéndome con alguien más.

         —¿No eres tú la que acompañaba a Hunter desde hace días? —dice la voz más lejana.

         —¿Eh...?

         Otra risa prepotente.

         —Apuesto a que ya no te parece tan divertido ir detrás del tipo rudo.

         —Yo podría cuidar mejor de ella.

         —Apégate al plan, idiota.

         —De cualquier forma, ya no le servirá cuando lo capturemos.

HOSPEDANTES ©Where stories live. Discover now