—Pe… pero… ____, cariño—Samuel trato de tocar una de sus mejillas. Ella se apartó lo más que pudo. Que no fue mucho por el dolor punzante en todo su cuerpo, haciéndola soltar un gemido de dolor—no ____ no te muevas, eso te hace daño—
—Más daño me haces tú…—susurro para sí misma. Pero Samuel pudo escucharlo—
—Por favor ____ debemos hablar—dijo Samuel con voz suplicante—
—Yo quise hablar contigo, y mira como termine—dijo ____ con tono de voz sombrío—casi me matas a mi—dijo con la mirada perdida—casi matas a mi hijo—su tono de voz se volvió triste y ronco—
Si, Samuel tenía roto el corazón, los pedazos que le quedaron se habían congelado para luego volverse polvo, todo por esas simples palabras—Es nuestro hijo ____. No sabía que estabas embarazada. Lo lamento tanto… en serio. Yo cambiare por…—____ lo interrumpió de repente—
—No te creo, solo son mentiras, ME LO PROMETISTE UNA VEZ. Eres un mal.dito falso Samuel De Luque—dijo esta vez soltando varias lágrimas. Tenía tanta furia dentro de sí. Tanta impotencia. —
—No quiero volver a verte, quiero que me dejes en paz. Olvídate de mí. —Dijo viéndolo directamente a los ojos—
—Sabes perfectamente que no puedo hacer eso, estamos esperando un bebé—dijo pasándose las manos por el cabello una y otra vez. —te amo ___, en serio. Por favor perdóname—
—Sé que si te perdono… volverá a pasar, no quiero eso para mi bebe. Solo quiero alejarme de ti. Olvídate de mí, olvida que vas a tener un hijo, olvídalo todo—esas duras palabras hasta a ella la hicieron sentir mal. Sentía como su corazón se estrujaba. Solo quería abrazarlo, pero no, no podía arriesgarse a que el vuelva a golpearla. No más. —
—No puedo dejarte ir, vas a tener a mi hijo. Mi heredero. El heredero de toda la "Fortuna De Luque"—dijo Samuel con una chispa de enojo, para luego irse azotando la puerta de la habitación—
—____ se quedó sola, sollozando y acariciándose el vientre, que por lo que le había dicho una de las enfermeras tenía dos meses de embarazo. Iba a ser mama. Después de todas las malas cosas que ha vivido, tal vez, solo tal vez el destino quiso mandarle algo bueno. Era lo mejor que le había pasado. No se enteró de la mejor manera que estaba embarazada. Le hubiera gustado decirle ella misma a Samuel , que estuviera tan feliz que la tomara en sus brazos y le diera vueltas en el aire. Que le prometiera que los tres iban a ser felices. Pero debía volver a la realidad. La triste y jo.dida realidad. Samuel la golpeaba. Casi pierde a su bebe a causa de sus golpes. Y… que quiere irse, lejos, muy lejos de él. —
