Laura no volvió a sacar el tema de ____ con Samuel, solo esperaban impacientes que algún doctor saliera y les dijera algo. Si estaría bien. Si se recuperaría. ¿Qué tan grave era la situación?, el en dos oportunidades había tomado al mismo doctor con quien había hablado la primera vez, por el cuello. Gritándole que cuando tendría noticias de su esposa, a lo que el doctor solo respondió: "esta en observación, aun no podemos decirles nada". Eso hizo que la sangre de Samuel hirviera de la impotencia que tenía, quería entrar a la habitación de ____ y verla, abrazarla, besarla, implorar su perdón. Pero no. No podía.
—Cariño tranquilízate, todo saldrá bien —dijo su madre mientras que con una mano acariciaba su hombro, tenso. Todo su cuerpo estaba tenso, tenía tres días sin dormir, y solo había tomado café.
— ¿Por qué mejor no vas a casa a darte un baño dormir un poco y tal vez comer algún bocadillo?—dijo su madre dulcemente.
—No mamá, no quiero dejarla sola, me necesita, le he hecho mucho daño, no quiero apartarme de ella —dijo Samuel con lágrimas amenazando salir de sus hermosos ojos.
—Lo sé pequeño, lo sé, desahógate—dijo Laura abrazando aún más a su hijo, y dándole ligeras palmadas en su espalda—tu padre vendrá en una hora, la empresa lo ha tenido ocupado, no te preocupes.
— ¡Dia.blos! —exclamo Samuel. "La empresa". Pensó . Tenía más de una semana sin ir a trabajar. Lo había olvidado por completo. "Companies". Ese es el nombre. "Debo de tener demasiado trabajo acumulado, pero eso es lo de menos. Primero es ____", volvió a pensar—Luego me encargare de ayudar a papá, seguro el comprenderá.
—Si cariño estoy segura—dijo Laura sonriendo de lado dulcemente.
Tal como dijo su madre, Samuel obedeció. Fue a su "hogar", que más bien parecía una casa vacía, fría y sin amor. Tomo una ducha, durmió una siesta de 40 minutos. Moría de hambre pero opto por tomarse un vaso con zumo de naranja y unos hotcakes. "No son iguales a los de ____" pensó con nostalgia, recordando a su esposa radiante en la cocina, con su deslumbrante sonrisa. Diciéndole: "come despacio cariño, te atragantaras". Y él solo la observa mientras soltaba una risita traviesa. Antes de volver a ponerse a llorar, salió con rumbo al hospital de nuevo. Se moría de ganas por saber si ____ estaría bien, o si había nuevas noticias.
Cuando llego pudo ver a sus padres conversando en voz baja y con rostros decaídos. Su padre llevada un traje de trabajo. Llego hasta ellos y saludo a su padre con un fuerte abrazo— ¡Papá! Siento mucho no haber ido a la empresa estos días yo...
—lo interrumpió—No te preocupes hijo, ya hablaremos de eso después—le dio una última palmada a su hijo en la espalda y se separó de el.
—Samuel el doctor tiene que hablar contigo—dijo su madre con voz relativamente baja.
Samuel palideció, el tono de voz de su madre lo había asustado. Giro sobre si para buscar al doctor con quien había hablado recientemente. Pero en cambio era otro, no era el mismo. Se veía más joven que el anterior tal ver unos 35 años, cabello negro y corto y ojos verdes esmeralda. Le extendió la mano, y se presento—De Luque, Samuel De Luque—dándole un leve apretón de manos. Luego procedió rápidamente y le pregunto:
— ¿Cómo esta ____, doctor? —dijo preocupado y asustado.
El doctor lo veía atentamente. Le devolvió el apretón de manos y le dijo: —Maxwell, Dan Maxwell—Tomo su carpeta y leyó:
—La señora ____ De Luque ha despertado hace unos 20 o 30 minutos. Aún necesita un poco de descanso —Samuel soltó un suspiro de alivio—Pero...—volvió a fijar la vista en el doctor que le seguía hablando—hemos podido salvar al bebé, aunque esta aún muy delicado—paro de hablar y volvió a ver su carpeta—podrá pasar a verla mañana a las 11 a.m—finalizo y dijo:
—hasta luego Sr. De Luque. Si necesita algo puede llamarme. —Dicho esto último se retiró por el pasillo del hospital.
Samuel estaba en un completo estado de shock. Su mundo había caído completamente, y el corazón lo tenía en los pies. ¿Bebé? ¿De qué demo.nios estaba hablando el doctor Maxwell? ¿Acaso ____ estaba embarazada? Y si es así, él nunca supo nada. Si se sentía mal por golpearla hasta casi matarla. Ahora estaba que se suicidaba por también casi matar a su hijo.
—Eres una mier.da De Luque—se dijo el mismo.
