Kai

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-¡Kai, Kai!-
Una voz algo suave y apagada lo llamó desde la lejanía, desde lo alto de una montaña rocosa.
-¡Hermano!-
Esta vez escuchó una voz dulce e infantil. Levantó la mirada, ahí mismo, junto aquel mismo anciano que lo llamó antes, estaba su hermano menor alzando sus manos esperando ser visto por su hermano mayor.
-¡Ahora voy, Shinta!-.
Exclamó él en respuesta, yendo hacía ellos siendo perseguido por un grupo de lobos.



Horas después de que el hanyou dejara la habitación principal para ir en busca de una donde pudiera descansar, tras dormir por unas cuantas horas, despertó algo exaltado debido al intenso aroma a sangre que ahogaba a su nariz. Se sentó mientras arrugaba un poco la nariz, olfateando y gruñendo con preocupación.
Shippo había sido despojado de los cómodos brazos de Inuyasha donde descansaba, terminando en el futón de la habitación donde el mismo Inuyasha se había asegurado de acomodarlo.

Luego de haberse asegurado de que Shippo siguiera durmiendo, fue en busca de los demás, esperando que se hallasen a salvo aunque no había señal de que no fuese así, el mismo había salido con ciertas nauseas fuera de casa en busca de la fuente de el fuerte y preocupante olor.  Suspiró bajo y aliviado, después de haber cruzado por la puerta se encontró con sus amigos. Aome fue la primera en percatarse de que el hanyou se aproximaba a ellos. Segundos después Kaede también lo miró.

-¿Qué está pasando?-
Interrogó mientras ahora se hallaba un poco mas cerca del grupo, quienes voltearon a mirarle.

-Uno de los establos fue atacado-
Miroku respondió mientras veía a Inuyasha detener su andar junto a él.
-Gran parte del ganado fue reducido a-bueno creo que deberías verlo por ti mismo. . .-
El monje pensó mejor mostrarle.




-Algunos aldeanos y yo vimos como un grupo pequeño de lobos atacaba algunos caballos y la mayoría del ganado. Intentamos ahuyentarlos pero no logramos hacer nada-
Miroku informó a Inuyasha, que ahora miraba con detenimiento la escena frente a él.

El establo, repleto de cuerpos despedazados y ensangrentados de animales.
Varios aldeanos les rodeaban, lamentando la perdida de sus vacas  y caballos.

-Todo fue muy rápido-. Miroku agregó.

-Vinieron en busca de comida, uh.-
Inuyasha comentó mientras se ponía de cuclillas a unos cuántos pasos de uno de los tantos animales muertos,  de un caballo para ser exactos. 
-No fueron lobos comunes-
Dijo el mismo.


-¿No son lobos comunes?-
Uno de los aldeanos que había sido testigo de lo ocurrido preguntó algo nervioso.
Vio a Inuyasha negar con la cabeza.

-Se trata de lobos youkais, además. . .-
Inuyasha se puso de pie ante las miradas de su grupo y de los aldeanos allí.
-puedo percibir el asqueroso aroma del maldito de Naraku-
Cerró sus puños con fuerza antes de voltearse en dirección a sus consternados compañeros de búsqueda.
-Debemos irnos, ahora-.
Ordenó decidido.






-¡Kai, Kai!-
Una voz algo suave y apagada lo llamó desde la lejanía, desde lo alto de una montaña rocosa.
-¡Hermano!-
Esta vez escuchó una voz dulce e infantil. Levantó la mirada, ahí mismo, junto aquel mismo anciano que lo llamó antes, estaba su hermano menor alzando sus manos esperando ser visto por su hermano mayor.
-¡Ahora voy, Shinta!-.
Exclamó él en respuesta, yendo hacía ellos siendo perseguido por un grupo de lobos.
Este subió por la montaña encontrándose al estar arriba con su familia, los lobos tras él gruñeron constantes avisando que su líder se había integrado al viaje de la manada nuevamente.

Kai, un muchachito de piel pálida, cabello plateado y de ojos de un color verde pálido. Volvía de su búsqueda de alimento, cargaba a hombros un pequeño jabalí, el cual recién había cazado. Su regreso fue aplaudido por su hermanito Shinta, un niñito de cabello corto y negro al igual que sus grandes ojos.

Ambos pertenecen al Clan de Lobos del Norte.
Ahora mismo su Clan se halla en busca de un lugar seguro, han abandonado su cueva, su hogar, todo por el peligro al que los lobos youkais están expuestos ahora que un youkai maligno esta atacando las cuevas respectivas a grupos de lobos.
-¡Hermano, hermano!-
Shinta exclamaba con emoción al verlo acercarse con aquel jabalí a cuestas.
Varios de los otros miembros del Clan detuvieron su andar para poner atención al regreso de aquel jovencito.

-Lamento la tardanza, pero, esto es lo único que pude conseguir para nosotros-
Se dirigió a los ancianos y pocos niños que conformaban el Clan.
-Ellos ya han comido lo suficiente-
Esta vez miró a los lobos que se mantenían cerca de él y que habían sido sus acompañantes en su algo dificultosa caza, además los provocantes de aquella matanza de animales en la aldea donde Inuyasha y su grupo se hallaban. El grupo de lobos movían sus colas y refunfuñaban tranquilos, ya que sabían a la perfección que Kai hablaba de ellos y de sus salvajes acciones contra el ganado de aquella misma aldea.

Kai terminó por dejar caer el cuerpo inmóvil del jabalí en el suelo.
Ante las miradas serenas y sonrisas ansiosas de los niños y ancianos.

-Supongo que es momento de descansar un poco-
Uno de los ancianos, quien seguramente era el que dirigía la manada, dijo en tono cansado. Sus palabras hicieron a muchos suspirar aliviados, tomarían un merecido descanso después de días de caminata. La mayoría se tumbó sobre rocas o el polvoroso suelo, y los demás solo tomaron asiento a la espera de el anciano líder se encargara de repartir el alimento.
Kai estaba a punto de tumbarse a descansar junto a su hermanito en una pequeña zona con vegetación cuando de forma repentina, un demonio tejón hizo su aparición tras ellos.

El demonio hizo la tierra temblar, hizo pedazos una roca gigante mientras se encaminaba a cuatro patas hacía el indefenso Clan. Los niños temblaron y gritaron asustados al ver a la criatura de gran tamaño detener su andar frente a los ancianos paralizados por la impresión y el miedo.
El tejón, de un color rojizo, de ojos alargados y de un intenso y brillante amarillo sonrió de forma macabra, mostrando su afilada y blanca dentadura. Segundos después, sin decir palabra alguna termino por acabar con el grupo paralitico de ancianos y niños, decapitando algunos y causándoles graves y profundas heridas a otros, haciéndolos caer al suelo, muertos.







M: I’m Back!
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《En Celo》[KogInu|Yaoi] EDITANDOWhere stories live. Discover now