Pequeña Mierda HARCO

Día 7

- No, no se pude conseguir la custodia completa, es imposible que un extraño se haga con un niño con el cual no comparte ni lazo sanguíneo, y lo sabes - respondió calmado Nott, ante un rubio que daba vueltas de pantera por toda la sala

- ¿No hay nada que hacer?, Albus no se puede quedar con ellos - insistió Blaise

- No, no mucho, solo que ellos te entreguen voluntariamente al niño, pero en ese caso no hay vuelta atrás, jamás podrán reclamarlo, y tu jamás podrás devolverlo - explicó Theo acomodando sus gafas - la segunda opción es sostener una relación amorosa con alguno de los padres, y dado que la cercanía al niño no es forzada y el niño en particular demanda estar a tu lado, se te entregaría la custodia, aún bajo lupa

- Draco, querido, ¿quieres dejar de rayar mi piso de mármol?, le harás un agujero - Pansy sostenía su taza de té mientras las fuertes y rechinantes pisadas de Draco hacían eco por la enorme oficina del buffet de abogados perteneciente a Nott

- Tendré que hacerme cargo yo solo de esto entonces - concluyó el rubio observando directamente a los ojos a Theo - me estas diciendo que no hay nada que la justicia pueda hacer para proteger a alguien como Sev, a un niño

- No, lo que te digo es que no hay acciones legales procesales en este caso en específico, además que el ministerio jamás dejaría caer en desgracia a Potter por ser el niño que vivió, eso es lo que te estoy diciendo

- Mierda - gritó de cólera pateando uno de los floreros del lugar

- Cálmate Draco, enfurecido no vas a lograr nada - volvió a hablar Pansy, resintiendo la pérdida de sus narcisos

- ¿Lucius podría hacer algo?

- Draco, te recuerdo que con Lucius ya no puedes, ni quieres tener relación alguna, además dudo que quiera meterse en un asunto como este - Theo estaba comenzando a recalcular el apego de Draco hacia el niño, no comprendía el porqué del actuar del rubio, era hijo ajeno - no quiero ser imprudente, pero ¿esto no es personal verdad?

- No, no lo sé - respondió exasperado - no puedo dejarlo solo entre esa gente, Sev se merece algo mejor, mejor que una madre que lo ve como a un extraño, mejor que un padre que no conoce el sentimiento paternal, mejor que una familia que trata de educarlo, mejor que un hermano que lo ataca, él hace que mi corazón se sienta cálido, sus pequeñas manos cuando toman las mías es especial, tal vez si es personal, tal vez si quiero mucho a ese niño - confesó observando a través del cristal la metrópolis

- ¿Conseguiste tu permiso para poder ejercer magia? - cuestiono Nott

- Si, todo en orden, las revisiones serán cada dos años y luego cada cinco, nada que no pueda manejar

- Lo siento Draco, por ahora no podemos hacer mucho, pero encontraré algo, lo prometo

- Si no encuentras un vacío legal eres el peor abogado que conozco - el rubio ardía en furia a cada paso que lo alejaba del edificio de su amigo, Blaise había entendido que quería estar solo y no lo había seguido. aquello era un alivio, caminaba sin un rumbo fijo hasta que se topó con una tienda de dulces, mientras observaba los aparadores llenos de golosinas, encontró los chocolates franceses que tanto le gustaban de niño, compró un par de cajas, voló hasta llegar a casa y poder recostarse en su sillón, observaba atentamente el techo con relieve cuando su celular vibró, era el número de celular de Sev, contestó inmediatamente 

- Buenas tardes, ¿es usted el señor Malfoy? 

- Si, soy yo, ¿pasa algo?, ¿le pasó algo a Severus? - se puso en pié tomando su abrigo de inmediato pisando sin cuidado las cajas de chocolate que había colocado en el suelo 

- No se trata de nada grave solo lo llamo para pedirle que venga a San Mungo al ala de pediatría, Albus sufre de un ataque de pánico y solo se cubre el rostro susurrando su nombre - el rubio colgó la llamada, tomó un puñado de polvos flu se apareció en el edificio de la firma de Theo que quedaba solo a unas calles del hospital, sin importarle que al parecer Nott se encontrara en una junta salió disparado hacia el lugar indicado, una vez dentro del consultorio atiborrado de pelirrojos, halló a su niño, sentado en la camilla hecho un ovillo, buscó con la mirada a Ginevra, despreocupada y fresca, arrojando su abrigo al regazo de alguno de los presentes lo tomó en brazos arrullándolo, frotando sus mejillas con las propias y tarareando "fly me to the moon", la canción favorita de Severus, el pequeño se relajó entre sus brazos lentamente, Draco le tomó la mano durante todo el proceso, al parecer solo era un examen de rutina

En tropel salió con la numerosa familia, Ginevra caminaba alejada de ambos, el rubio cubrió con su abrigo el cuerpo durmiente del pequeño ojiverde; una vez que arribaron a la madriguera lo acostó arropándolo con cuidado, bajó los escalones dispuesto a irse

- Lo malcrías, lo tratas como a un bebé, tratas de causarle dependencia - las venenosas palabras de la que se suponía era la madre le llegaron fuerte y claro, fue consiente de cómo el ambiente se tornó pesado, en la habitación, ninguno de los presentes movió un músculo

- ¿Alguna vez te cuestionaste porqué sufre ataques de pánico?, ¿ o tan siquiera sabes porqué arrullarlo funciona? - se giró lentamente para observarla a los ojos - ¿eres tan siquiera maternal con él?

- No vas a venir a mi propia casa a gritarme - contestó alzando la voz 

- No voy a siquiera discutir de esto contigo estúpida comadrejilla - le respondió en un susurro amenazante, tomó su abrigo y aún con ganas de azotar la puerta al salir, no lo hizo porque eso despertaría al pequeño pelinegro, quería regresar al interior de la mal llamada casa y tomar del cabello a esa estúpida mujer, pero se presionó para avanzar a una prudencia distante, cuando estuvo a punto de aparecerse en su casa, una voz lo detuvo

- Olvidaste tu pluma - al girarse observó   a un desconocido pelirrojo, éste le sonrió - lamento lo de mi hermana, ella está pasando por momentos difíciles