Un lo siento y un adiós

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Ahí estaba él, con sus ojos abiertos, con la garganta seca, su cuerpo entumecido, su rostro herido, estaba ahí, sentado en el piso de una casa ajena, esperando a que el dueño llegase, con una flor en mano, con el corazón roto, arrepentido, decidido a decirle la verdad al americano. Estaba ahí pensando, analizando sus opciones, meditar sus palabras, decidir en como empezar, estuvo ahí por unas horas incógnitas, sin pestañear, sin moverse, sin decir nada, como una estatua. Estuvo ahí hasta que la puerta se abrió, escuchando la voz de un más tranquilo Arthur, sintiendo la mirada de este; con lentitud se levantó, su corazón se detuvo al ver a su hijo y una alegría lo inundó, una alegría efímera, intentó acercarse al pequeño pero la voz fría de Alfred lo detuvo, un "no te acerques" se pudo oír, observó como Alfred entregaba a un dormido Anthony a Arthur, pidiendo que se lo llevará a su cuarto.

"Alfred" pudo decir, pero no pudo continuar al sentir un fuerte golpe en su mejilla que lo hizo tambalear, incrédulo vio como por vez primera los ojos alegres del americano yacen teñidos por el odio un rabia. "No te vuelvas acercar a mi hijo" escuchó decir al menor, "no quiero que estés aquí en mi casa", su corazón comenzó a doler por cada palabra dicha por el americano, "ya no me importa si te casas con ella, vete de mi casa, vete de mi país, ¡Vete de la vida de mi hijo!", un dolor fuerte comenzó en hacer presencia, Rusia intento hablar pero cada que abría la boca, un golpe era depositado en su rostro. Y ahí supo que la oportunidad de arreglar las cosas con él se había esfumado.

Alfred se encontraba temblando por la pena y rabia, su corazón seguía pidiendo a gritos que le diera una oportunidad al ruso, pero sabía que jamás obtendría su amor, ya estaba cansado y harto de ser siempre el que acababa llorando por un amor no correspondido, estaba harto de sentir el desprecio del ruso, estaba cansado de recordar ese momento en que se entregó a él, ya no podía más, ya no quería recoger lo poco y nada que le quedaba de corazón y orgullo.

En silencio y con el corazón roto, Iván preparaba su maleta, sus ojos brillantes por las lágrimas que caían libremente por sus mejillas, con su mente en blanco no se percató de los pequeños pasos de su hijo y la suave voz de éste llamándolo. "¿Papá?", dijo el ruso- americano, "¿Papá se va por mi culpa?", los violáceos ojos del ruso se posaron en el pequeño, "no" dijo con voz entrecortada, "papá se va porque lastimó a tu papi y a ti", el pequeño volvió a cuestionar y el ruso solo de limitó a responder con vagas palabras, "Anton... Anthony, debes de cuidar de tu papi por papá, ¿Da?, no debes causarle problemas", el pequeño asintió con tristeza, "recuerda que papá te ama a ti y tu papi, da. Sé feliz mi niño" y con eso depositó un pequeño beso en la frente del pequeño. Todo esto bajo la atenta mirada de Arthur.

Ya era tiempo de irse, estaba ahí de pie, en aquel cuarto de huésped del americano, con celular en mano, nervioso, queriendo no hacerlo, tomo aire, cerró sus ojos y la llamó. El primer pitido, su corazón se aceleró, el segundo, sus manos temblaron más, el tercero, su garganta se secó. "¿Iván?", se escuchó la suave voz de su hermana mayor, "Ivan, ¿Dónde estás? ¿estás bien?", ignorando las preocupantes interrogaciones de la mayor él habló, "Sestra, ¿Esta Nataliya contigo?", la mayor se quedó muda, sorprendida al oír la sería voz de su hermano, "da" solo dijo eso y le entregó el teléfono a la menor, "¡Brat!" de escuchó la escalofriante voz de la menor, "Natalia", tomo aire para animarse a decirlo, "Acepto casarme contigo", dijo al fin.

Ahí estaba en la entrada de su casa, con su hijo en brazos llorando por que su papá se iba, el americano le dedicó su más grande desprecio, mientras que Arthur triste se despedía del ruso, Matthew veía a con preocupación la escena. Un adiós se escuchó por parte del americano y un lo siento se pudo oír por parte del ruso.

Y así, el rubio ceniza con maleta en mano subió al taxi que lo conduciría al aeropuerto, deseando que está pesadilla y su matrimonio con su hermana terminen rápido.

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De antemano debo pedir disculpas por no continuar este fic, pero intentaré de actualizarlo cuando tenga tiempo, también debo aclarar que los capítulos de ahora serán algo cortos, aunque no me gusta mucho eso, pero la falta de tiempo no podré hacer los capítulos largo como me acostumbro hacer.
También agradezco su paciencia, mil gracias por la personitas que siguen está historia, corazoncito para todos ustedes 💜

Espero que les haya gustado el capítulo.

¡Nos vemos para la próxima!

Un matrimonio arreglado y Una semana al estilo americanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora