CAPITULO 22

1.2K 73 76
                                    

Ya era de noche y Anya y Klaus caminaban de la mano por las calles del barrio Frances mientras Klaus le hablaba sobre la comida de la ciudad, los artistas y sus festivales; también le hablaba sobre la historia sobrenatural de la ciudad y sobre las historias que se hablaban de brujas, vampiros y hombres lobo. Y Anya lo escuchaba encantada mientras lo miraba maravillada, si había algo mas hermoso que Klaus debía estar escondido en lo mas profundo del mar porque realmente dudaba que hubiese algo aun mas bello que aquel hombre. Había algo en su manera de andar que le hacia verse verdaderamente caliente y ella no podía dejar de admirar aquello, al igual que tampoco podía dejar de sentirse maravillada con su voz, aquel hermoso acento británico junto con su tono grave de voz era realmente maravilloso.

-Amor tengo la sensación de que no estas prestando atención a lo que te estoy contando-dijo el soltando la mano de ella y poniéndose frente a ella con una sonrisa divertida.

-Lo estaba haciendo pero deje de hacerlo lo siento-dijo ella soltando una pequeña risita.

-¿Y puedo saber que es eso tan interesante que tiene toda tu atención y te mantiene tan abstraída amor?-dijo el mirándola con curiosidad.

-Tu-soltó ella tranquilamente y el la miro todavía mas curioso-estaba pensando en lo mucho que me gusta tu voz y tu acento y también tu forma de andar-dijo encogiéndose de hombros con una sonrisa tímida.

La comisura derecha de los labios de Klaus se elevo en una sonrisa y se acerco a ella pasando un mechón de pelo detrás de su oreja.

-Ven quiero enseñarte algo-dijo el cogiéndola de la mano y llevándola de nuevo hacia el coche.

Condujo en silencio, sin embargo no era un silencio incomodo, todo lo contrario era un silencio que les hacía sentirse cómodos el uno con el otro como si no hiciesen falta las palabras entre ellos; llegaron de nuevo a la mansión y ella lo miro extrañada sin entender nada, Klaus volvió a cogerla de la mano y la guio hasta estar frente a unas grandes puertas corredizas de color blanco, abrió las puertas y la invito a entrar. Anya entro y observo la sala con asombro, era grande y daba igual donde posara su mirada que sus ojos marrones siempre se encontraban con alguna pintura o boceto, pues la habitación estaba repleta de ellos por doquier. Su asombro fue aun mas grande cuando en el pequeño escritorio del estudio encontró unos bocetos de su rostro y los cogió entre sus manos admirándolos mientras Klaus la observaba aun al lado de la puerta que ahora estaba cerrada de nuevo.

-Son solo unos bocetos-dijo el caminando hacia ella y cogiendo el boceto entre sus manos-pero prometo que dentro de poco esos bocetos serán unos hermosos cuadros amor-dijo el y ella le sonrío.

-Ya son hermosos Klaus, no sabía que habías echo mas dibujos de mi-dijo ella y el se encogió de hombros.

-Pase cuatro meses sin poder sacarte de mi cabeza y pintarte me ayudaba bastante-admitió el observándola-Y me gustaría poder pintarte ahora si estas dispuesta a posar para mi amor-dijo el y ella observo el diván que había en el estudio y se sentó sobre este.

-Por supuesto que si, haría cualquier cosa por ti, además ya puedo decir que Klaus Mikaelson me a pintado y todas morirán de celos-dijo divertida y el rio.

-Me encanta ver que estas tan dispuesta amor pero no me refería a ese tipo de pintura-dijo señalando la ropa de ella y esta frunció el ceño sin entender, mas cuando comprendió lo que Klaus quería decir sintió su rostro arder de calor.

-Tu...¿quieres pintarme desnuda?-dijo ella totalmente roja.

-Solo lo veré yo amor, eres hermosa y quiero plasmar toda tu belleza en un cuadro...¿Lo harás por mi, mi amor?-dijo el dando dos pasos hacia ella.

THE WAY YOU SAY "LOVE" {KLAUS MIKAELSON}Where stories live. Discover now