Su frialdad enciende al enojo por dentro de mí. Es decir, gracias a Dios que no supo lo de los vestidores pero, ¡Porque está siendo tan indiferente conmigo en estos momentos!

—Quería felicitarte por la pelea de hace rato—tomo su brazo cuando se voltea y lo atraigo hacia mí. Me regala una sonrisa decente donde sus hoyuelos resaltan más que nunca—.Estuviste muy bien ahí arriba.

—Oh, gracias—responde y se frota la chaqueta de cuero como si mi contacto reciente le repugnara—. Pero no fue tan genial en realidad.

Me siento como una perra desesperada haciendo esto, pero la realidad es que no me gusta que las personas me ignoren cuando les hablo. Le sonrío intentando no mostrarme falsa y llevo las manos a los bolsillos traseros de mi pantalón.

—No tienes que actuar así—Le digo, recordando su igual sinceridad en el aula de educación sexual. El frunce el ceño extrañado—.Digo, te estoy hablando y te estás yendo. Si quieres que me aleje de ti dímelo y seré igual de imbécil contigo como todos lo son en el instituto.

No sé cómo salieron tales palabras de mi boca, pero cuando baja la cabeza avergonzado, me arrepiento de haber ido tan lejos. Harry no está en las mejores condiciones y no lo juzgo; todos aquí organizan una fiesta para él, pero no es más que una fiesta de sonrisas falsas; en el instituto todo vuelve a ser aires de susurros y críticas.

—Lo siento...—

—No. Es cierto—me interrumpe observándome fijamente a los ojos. No soy buena en lo de sostener miradas, por lo que retiro mis ojos de los suyos rápidamente—. Pero no eres tú, de eso no te preocupes.

Asiento. Dos chicos con camisetas de futbol y cervezas en ambas manos se paran frente a nosotros y uno lleva su mano al hombro de Harry, salpicando un poco de cerveza en su mejilla-¡Aquí tenemos al campeón! Prometo invitarte un trago la próxima.

Harry tensa la mandíbula manteniendo la vista fija en mis zapatos. Los otros rompen en carcajadas y desaparecen de mi vista.

—No hagas caso—le digo y asiente enérgicamente. Observo mis alrededores y recuerdo que estoy en esta fiesta con mis amigos, aunque hayan desaparecido. Oh, desaparecieron—. Bueno, creo que buscaré un punto más claro en este hotel para encontrar a mis amigos.

Me alejo dejando a Harry allí parado y pensando en encontrar un lugar cómodo en el jardín para esperar a Lena o Zeeke allí. Después de todo, no hay que apurarse, la fiesta apenas comienza.

Encuentro un juego de sillones blancos que rodean a una pequeña mesa de vidrio. El lugar parece tan relajante y...limpio que si no fuera por la escasa iluminación y porque no traje mi ejemplar de Emma, lo tomaría definitivamente para leer el resto de la noche. Me acomodo en un sillón ocupándolo completamente con mis piernas (solo por si alguien decide venir a molestar) y me entretengo mirando al cielo lleno de minúsculos pero relucientes puntos blancos. Es después de quince minutos de puro aburrimiento que comienzo a plantearme el contar las infinitas estrellas del cielo, solo para mantener la mente ocupada. Uno, dos, tres, cuatro, cinco...

Pierdo la cuenta cuando una cabeza se planta delante de mí. Se ve como una sombra que no reconozco, producto del fondo azulado que contrasta con su cabeza. -¿Quieres una cerveza bebé?-dice una voz masculina y varias risas que reconozco como dos, resuenan cerca mío.

Se aparta de mí y me incorporo rápidamente para obtener una visión más detallada de ellos. Lo único que los ilumina es la blanquecina luz de la luna y con eso ya determino que no son nadie a quien conozca. O quiera conocer.

Ambos son robustos y esculturales y uno de ellos lleva el cabello rapado. El que se plantó sobre mí que curiosamente esta un paso más cerca de mí que los otros dos, tiene una cadena de plata en el cuello y debajo localizo parte de lo que parece ser un tatuaje en su pecho, en mayor parte escondido por una camiseta negra. Este se percata de mi atención especial a su pecho y dice:

—Oh sí, es un tatuaje nena, ¿Quieres verlo completo?—Los otros dos dejan repentinamente las bebidas que llevaban, sobre la mesa.

Se lo que significa eso y aunque me maldigo por observar demasiado, sabía que de alguna manera u otra íbamos a llegar a esto. Trago duro retrocediendo un paso; mis tobillos se topan con el sillón y casi caigo sentada sobre este. Niego con la cabeza repetidas veces. No quiero ver su estúpido tatuaje.

Observa de reojo a los otros dos y estos aparecen a mi lado. Sus manos sobre mis brazos apretando tan fuerte me escocen la piel y mientras más me agito, más doloroso se vuelve. Estamos rodeados de gente, pero interpreto su indiferencia frente a mis gritos como algo involuntario ya que la música al máximo puede ser lo único que llene sus oídos, el alcohol: su sangre y por lo tanto, su conciencia.

Avanzamos hacia el interior de la casa, el de, tatuaje por delante, y los fornidos a mis costados. Y yo, deseando nunca haber aceptado venir a esta fiesta.

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Graciasnuevamenteporleer!!!
Esperoquesigamosavanzandocomoloestamoshaciendo :-)
Pregunta: ¿Hace cuantotienenwattpad? ¿Escriben, leenoambas cosas?

Saluditos
Maggie

KeeperWhere stories live. Discover now