— No estoy seguro, no me dijo de donde era el dichoso modelo pero apuesto a que ha de ser japones. Su nombre artístico es Yukkuri, suena japones.

— De todas formas Chenle, el tipo se ve mayor que Jisung. No creo que un modelo tan ocupado se vaya a fijar en alguien que es casi un niño para él. Relájate. Además, si realmente te deja de lado por ese modelo, mejor. Necesitas alguien que solo pueda mirarte a ti, no ser una segunda opción.

Las palabras de Mark parecieron funcionar porque el chino en poco tiempo recobró su buen humor, uniéndose a la narración de historias tontas que incluían, sobre todo, idioteces que habían hecho en la escuela o en viajes escolares. Todo el mundo tenía por lo menos una que contar de ello y, por más que la dijeran cientos de veces, siempre eran graciosas.

Terminaron de comer y arreglaron a donde ir para pasar el resto de su noche. Una vez que estuvieron de acuerdo en el club al que asistirían, dejaron una suma de billetes que superaba a lo consumido y se marcharon.

Jaemin en su auto iba llevando a Mark y Renjun, Lucas llevaba al otro chino junto a Jungwoo y la parejita iba en su auto. Se encontraron todos en la entrada del sitio y, sin tener que esperar en la fila, pudieron entrar. Tener dinero y venir de familias importantes tenía sus ventajas de vez en cuando. Claro que a Jungwoo y Lucas, quienes no estaban acostumbrados a eso, se sentían un poco avergonzados por las miradas de las personas quienes estaban esperando pacientemente para entrar.

En el momento en que entraron se vieron envueltos por la fuerte música y el aroma a alcohol flotando en el aire. Lucas iba riéndose junto al omega pelirrojo por lo bajo, parecía que Jisung llamó a Chenle en el camino y este se había mostrado más que molesto en plena llamada discutiendo con el coreano.

El beta fue el primero en ir a la barra por algo de beber y, casi sin darse cuenta, ya todos estaban algo enfiestados en una zona VIP. Bailaban y reían como siempre lo habían hecho, de forma boba y un poco torpe importándoles nada que alguien pudiera verlos o juzgarles.

Y ese alguien resultó siendo el mismo Doyoung que miraba a todos, en especial a su pareja, un tanto sorprendido y avergonzado. No era su costumbre o parte de su personalidad el comportarse de esa manera aunque todos parecían animarle a que se soltara un poco. El pelinegro se negaba repetidas veces mientras bailaba moviéndose muy suavemente junto al resto.

Claro que un par de cervezas después y con la insistencia de Jaehyun a su lado, terminó soltándose más. Tan al punto de que terminaron enredándose en un fogoso beso en medio de todos, siendo aplaudidos y celebrados con diversión. Cuando se separaron, el omega lucía bastante sonrojado y avergonzado.

Jaemin comprendía su pudor, o al menos una parte. Doyoung había sido el foco de muchas críticas y prejuicios por su relación con el alfa, ahora con un niño pequeño en la ecuación no quería pasar por lo mismo. Sentía que ese no era el comportamiento que un omega con familia debía de tener. Era bueno que el alfa a su lado se encargara de recordarle no solo que eran jóvenes y podían divertirse, sino que también no importaban las opiniones de otros sobre ellos y su vida.

Estuvieron tan concentrados en su baile y tonterías que no notaron cuando el menor de todos allí no estaba. El omega rubio se giró hacia el canadiense, preguntándole sobre si le había viste irse al baño o hacia la barra, el beta pareció sorprendido en ese momento. Rápidamente todo el grupo empezó a cuestionarse sobre el paradero del chino.

Subieron y bajaron por los tres pisos del sitio, preocupados de lo que le pudo haber pasado. No estaba en ninguna de las barras, tampoco en los baños y habían empezado a caer en pánico cuando se les ocurrió subir hasta el área para fumadores.

Claro que ni llegaron al sitio pues en las escaleras se toparon con no solo el chino, sino que se encontraba acompañado y bastante bien de hecho. Jaemin estaba realmente sorprendido mientras veía a su amigo ser aprisionado contra una de las paredes de la escalera en un fogoso beso. Estuvo a punto de interrumpir creyendo que alguien estaba aprovechándose de que posiblemente este estaba demasiado ebrio pero cuando se separaron por tan solo un segundo reconoció aquel rostro.

Opuestos En Común. NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora