22.

102 4 4
                                    

Desperté. Los rayos de sol entraban por la ventana, haciendo que mis ojos dolieran.

Me levanté de la cama. Aún llevaba la ropa de anoche.

¿Qué hora era? No tenía idea de cuánto había dormido y moría de hambre.
Pero ¿Y mi teléfono?
Comencé a levantar las sábanas de la cama, la ropa tirada, mis libros. Nada.
¿Dónde estaba ese aparato?

Mierda, mierda, mierda.

Decidí bajar, tal vez mamá lo había encontrado abajo.

Ni siquiera me molesté en cambiarme. No quería ni ver cómo tenía mi cabello o el maquillaje.

Lindsey estaba haciendo hotcakes y había hecho una jarra de café. Tenía una terrible cara de resaca.

- Buenos días, mamá.

Gruñó en forma de saludo. Ya el solo hecho de ver su cara me decía que cargaba un dolor de cabeza insoportable. Mamá también seguía usando lo mismo de anoche.

Me senté en la barra de la cocina y serví café en mi taza con forma de calavera, mientras mamá ponía delante de mí un plato con hotcakes.
Miré el reloj de la cocina, ocho de la mañana.

- Mamá, ¿Has visto mi teléfono? No logro encontrarlo.

- No, pero tu padre ha llamado unas quince veces a mi teléfono tratando de comunicarse contigo, deberías hablar con él - dijo señalando su celular.

Mastiqué un último bocado de los hotcakes para tomar el teléfono de mamá y salir al jardín. Marqué el número de Gerard, que contestó al primer tono.

-¿Papá?

-¡Vanya! ¿Estás bien? Estuve toda la noche tratando de contactarme contigo pero no contestas el teléfono. Me tenías preocupado.¿Qué ocurrió?

- Lo siento. Anoche se me apagó el celular y ahora no logro encontrarlo. Pero estoy bien, lamento haberte asustado... Lo siento.

- Bueno, lo importante es que estás bien, me quedo tranquilo. ¿Cómo te ha ido anoche? Cuéntamelo todo.

- Fue genial, a la gente le encantó y mamá tocó con nosotros.

- Lo sé, he visto un vídeo. Eres muy talentosa, cariño. Podrás llegar tan lejos como quieras si te esfuerzas y trabajas duro.

- Gracias, Gee...¿Qué hay de ustedes? ¿Cómo están los tíos?

- Oh, están bien. Frank duerme, Ray está rayando su cara y Mikey salió a hacer compras... Ray, deja en paz al pobre hombre, joder, lo vas a despertar.

Yo reí al imaginarme la escena. De fondo se podía escuchar a Frank maldiciendo y a Ray riendo a carcajadas.

- Bueno, papá, iré a terminar de desayunar, ¿Sí? Hablamos luego. Te quiero.

- Yo a ti, preciosa. Nos vemos.

Entré y dejé el teléfono de mamá sobre la mesa.

- Mierda, no logro encontrar mi teléfono - dije hurgando en mi bolso.

- ¿No lo habrás olvidado anoche? - sugirió mamá. - Podríamos llamar al bar para ver si lo encontraron.

- Puede ser...

Fui interrumpida por el timbre. Fui a atender sin importar que me veía como zombie demacrado.
Cuando abrí la puerta lo ví.
Llevaba jeans negros, una camiseta blanca y una chaqueta de cuero.
Denis.

- Ho... Hola, Vanya. Vine, porque... Olvidaste tu teléfono en el bar anoche. No te preocupes, lo cargué y ahí encontré dónde vivías para traértelo. - dijo extendiendo su mano para darme el aparato con funda turquesa.

Famous Last Words 1 • Gerard WayWhere stories live. Discover now