(三) Cero negativo / Sólo ella

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Estar sentado en su cama era algo habitual. Todos los días, fuera al despertar, a media tarde, antes de irse a dormir... se sentaba y estiraba su cuello y sus brazos para relajarse.

Solía sentarse en su cama por unos minutos mirando por la ventana o recorriendo las pocas pertenencias que tenía sobre la balda que hace a su vez de cabecero y escritorio y que cubría toda la pared.

Pero había una gran diferencia que lo convertía en el mejor día de toda su vida. Una diferencia que hacía que ese momento fuera a ser su tortura y su salvación desde hoy en adelante.

La estaba abrazando.

A ella sólo le quedaba la ropa interior, a él todavía los pantalones de jounin. Por lo que estaba claro que era una situación diferente a cualquier otro abrazo que se hubieran dado en el pasado. 

(Ilustración de @SayuriNoMoe)

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(Ilustración de @SayuriNoMoe)

La tenía sobre el regazo y podía besar su cuello, podía aspirar su olor. Podía dejar que sus dedos viajaran por la suave espalda de la kunoichi y acariciarla sin camiseta de por medio y sin sentir que, quizás, cualquiera de las veces que en el pasado había rozado su espalda por encima de la camiseta a ella no le había agradado que se tomara tanta confianza, ni siquiera para consolarla amablemente. Aunque nunca hubo segundas intenciones. Y el desagradado había pasado sólo en sus pensamientos. Ella nunca había dado muestra de estar incómoda con él. Claro que... de aquello, a esta situación...

Hacía ya unos días desde que la besara por primera vez en su despacho, pero él, intentando no parecer ansioso y, no lo iba a negar, por todas las inseguridades que daban vueltas en su cabeza, todavía no había permitido que pasara nada más. Así que estar en su casa, a medio vestir, con ella entre sus brazos era una novedad que no sabía cómo afrontar.

Sin embargo, parecía que hoy sería el día. No podía, y quizás no quería, retrasarlo más. Ella llevaba desde aquel beso llevándole hasta el límite, intentando arrastrarle hasta el borde de la locura, había visto el abismo desde tan cerca del precipicio que estuvo a punto de perder la razón y dejarse llevar.

No es que hubiera sido malo dejarse llevar. Haberla tomado por la cintura y haberla hecho el amor sobre su escritorio en la Torre Hokage hace ahora dos días. O dejarse arrastrar hasta el callejón la noche anterior y haberla follado contra la pared como le susurró al oído. ¡Oh! Esa sí que había sido una prueba. Verla ligeramente ebria. Suplicando porque entrara en ella mientras le miraba con esos ojos verdes que brillaban por la lujuria. Incluso pudo oler como la ropa interior de Sakura se empapaba pensando en lo que él podría hacerla.

Pero no quería que fuera así. No quería que la primera vez que pudiera saborearla de ese modo fuera sobre un escritorio, con prisas, y la tensión en la espalda de que en cualquier momento alguien aporrearía la puerta. Y mucho menos quería un polvo rápido en un callejón en plena noche, como si fueran dos desconocidos que, motivados por el alcohol, se habían escapado de un bar para compartir un desastroso momento con el que aliviar el sopor producido por las cervezas y luego no mirarse a la cara porque había sido un jodido desastre.

Drabbles KakaSaku (bjo-ks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora