Capitulo 7.- No deberias stalkear a tu ex

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Llega mi primer fin de semana en la universidad y todo parece ir bien. Quiza un poco apresurado en temas del corazón. Tal vez esto es todo culpa de Alexandre, si es rodo su culpa. Desde que lo volví a ver en aquella fiesta he tratado de mantener mi mente ocupada para no pensar en él ni intentar averiguar que tan cerca esta de aquí. ¡Ok! Me atraparon. Quiza, solo quiza lo busque en internet y me aparecio informacion sobre él. Quiza tiene una nueva banda de genero desconocido que toca en un bar cerca de aquí. No conocía esa parte artística de él. Pero el hecho de que sepa de esa informacion no significa que vaya a usarla. Solo fue un momento de debilidad. Eso es todo.

Mackenzie y yo nos quedamos todo el sábado en el dormitorio. No conocemos los alrededores de aqui y no somos muy exploradoras. Ordenamos sushi para cenar y nuestra, ahora recurrente, costumbre de comer en el piso parece un buen plan de fin de semana. Mackenzie es una tragona y ordeno dos ordenes de california roll. No sé como cabe tanto en ese cuerpecito.

Cuando estamos a punto de comenzar a comer tocan la puerta del dormitorio. Me paro extrañada. ¿Quien osa molestar nuestra hora de los santos alimentos?

-Hola, Shelly. No se si me recuerdas soy...-dice avergonzado mientras sostiene unos libros en su antebrazo.

-Miles. Si te recuerdo. Como olvidar al unico pelirrojo que he conocido en mi vida- me mantengo al margen de la puerta.

-Oh...¡genial!- sonrie tontamente -Hmm... Charlie me mando por sus libros y a entregarte tus apuntes- su sonrisa cambia a tierna y me causa un poco de ternura no voy a mentir.

Lo miro confundida desde la puerta.

-Ok... En un momento los traigo.

Me doy la vuelta y dejo la puerta totalmente abierta. Miro sobre mi hombro y lo invito a entrar por cortesía. Él solo da unos cuantos pasos dentro del cuarto y mantiene sus manos entrelazadas frente a él. Mackenzie lo mira como bicho raro por un momento y luego lo ignora por completo.

-¿Por qué te envio Charlie, te quedaba de camino a algún lado?

-No en realidad- responde en voz baja.

Lo miro con duda. Algo raro pasa aqui.

-¿Entonces?- sigo mi interrogatorio mientras busco entre mis cosas los libros.

-Lo ayudo un poco con sus cosas. Es lo que los compañeros hacen, ¿no?

Mackenzie suelta un ruido raro tratando de contener su risa. Yo lo miro con compasión. Quizá los nerds desprotegidos y excluidos de la sociedad son mi debilidad. Tiro los libros sobre el escritorio y le ordeno.

-¡Siéntate con nosotras! Vamos a cenar como los compañeros lo hacen. Que se pudra Charlie- Mackenzie me mira como si me quisiera matar -.Tenemos un plato extra y Mackenzie no esta muy hambrienta hoy.

Miles abre los ojos sorprendido y parece no creer lo que le he dicho. Se abalanza indeciso sobre sus pies mientras mira la puerta.

-Bien-. Acepta y se sienta en el piso con nosotras.

Mackenzie luce fastidiada pero ¿Qué podia yo hacer? Soy la Shelly buena ahora.

-Y... ¿Cómo estas, Miles?

-Bien.

-¿Qué te gusta hacer?

-Bueno, me gusta la fotografia. Creo que es lo que mas me gusta hacer, tomar fotos. Me gusta leer. Me gusta... ver peliculas.

Mackenzie y yo solo asentimos con cada me gusta que dice.

-Sabes que Charlie te esta usando, ¿verdad?- dice Mackenzie rompiendo la magiq del momento.

-¡Mackenzie!- grito pidiendole que se calle

Miles la mira decepcionado.

-Si, lo sé. Es solo que... Charlie es la persona mas cool que he tenido cerca de mi y bueno, él también me ayuda en cosas. Me lleva a fiestas...-Mackenzie lo interrumpe.

-Solo te ha llevado a una fiesta. Y fue una fiesta horrible.

Miles baja la mirada y juega con su comida.

-Si, pero él es tan... genial.

-Y guapo- responde Mackenzie.

-No importa si tengo que hacer su tarea para agradarle.

Escupo mi comida y Mackenzie abre los ojos sorprendida.

-Miles, no tienes que hacerle favores a nadie para agradarle. Estoy segura de que tu... hay algo que tienes que a las personas les va a agradar de ti y van a estar felices de ser tus amigos.

-Mis últimos "amigos" me hicieron tomarme 15 shots de vodka y me abandonaron en un parque. Yo no sé...

-Mira, esa una cosa buena de ti. Tienes muchas historias que contar. Trágicas pero interesantes.

Miles y Mackenzie me miran como si estuviera loca. ¿Qué? Trato de ser amable.

-Como sea. Me quede con hambre, ¿quedaron galletas?- Mackenzie rompe de nuevo mi magia.

-Puedes comerte lo que queda de mi sushi- dice Miles acercando su charola a Mackenzie.

Las dos nos quedamos sorprendidas.

-Oww. ¡Hay que adoptarlo!- digo con ternura.

-¿¡Qué!?- Mackenzie responde desquiciada.

-Miralo es como un cachorrito. Es tierno y un poco grasioso. También es inteligente- tomo el cabello de Miles y lo sacudo.

-¡Shelly, este no es el cuarto de la beneficiencia!- dice Mackenzie apretando los dientes.

-Podría tomarte buenas fotos para instagram también- tomo la barbilla de Miles y muevo su cabeza de un lado a otro.

Miles se queda estático solo como espectador de la pequeña pelea entre Mackenzie y yo.
Mackenzie rueda los ojos y mete un rollo de sushi a su boca.

-¡Bien! Pero no lo llevaremos a todos lados con nosotras. Y no lo quiero muy seguido aqui.

Salto un poco desde mi asiento y aplaudo triunfante. Miles sonrie sarisfecho y un poco confundido y Mackenzie come sus rollos molesta. Pasan unas dos horas de conversacion baga y de tratar de conocer a Miles un poco mas y justo como lo imaginé, no es muy interesante. Solo le daremos un poco de confianza y lo dejaremos volar. No creo que disfrute mucho hacer cosas de chicas y es obvio que nosotras no haremos lo que hace él. ¿Leer por gusto? Paso. Después de su bienvenida a nuestro exclusivo club regresa a su dormitorio con su Charlie.

El resto del fin de semana es solo de dormir hasta las 12:00 pm y hacer tarea. Mi tarea es leer los textos del profesor Collins para ser la mejor de su clase.

Pretty Bad 2: Blondes have more fun.Where stories live. Discover now