Capítulo 36

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Me peiné y maquillé con mucho esmero, estaba emocionada por la fiesta y quería lucirme. Cuando terminé me puse un vestido negro que tenía desde el verano pasado y nunca había usado, al fruncirse a mi cuerpo resaltaba curvas que ni yo sabía que tenía.

-Estoy muy buena- me dije mirándome en el espejo y me sorprendí a mí misma, ¡la magia del autoestima!

-Ya sabemos que estás buena- gritó Alex del otro lado de la puerta y yo me sobresalté-. ¿Estás lista para irnos?

-Ya casi, dame un segundo- respondí.

Me senté en la cama y me puse unas botas negras por encima de mis medias, todavía hacía frío para sandalias.

Abrí la puerta y ví a Alex apoyado en la pared frente a mí de brazos cruzados, al verme paseó su mirada por todo mi cuerpo, provocándome un escalofrío. Después de mirarme descaradamente fijó sus ojos en los míos y sonrió de lado. Se despegó de la pared y comenzó a avanzar lentamente hacia mí, agarró su arito entre sus labios y mi respiración se aceleró.

-De verdad estás muy buena- me dijo levantando mi mentón con su mano. Bajó su vista de mis ojos a mis labios y se lamió los suyos.

-Lo sé- sonreí y mordí mi labio inferior, él siguió el movimiento con sus ojos-. Tenemos que irnos.

Comencé a caminar yo sola, frené y me di media vuelta para esperar a Alex. Cuando nuestras miradas se cruzaron mi corazón dió un brinco.

-Deja de mirarme y camina- le ordené y él rió. Caminó hasta mí y agarró mi cara entre sus manos.

-La Wendy segura me pone muchísimo.- Susurró y rozó nuestros labios, mi corazón iba a mil por hora. Cerré los ojos esperando el beso, pero solamente sentí frío cuando sus manos me soltaron-. Y ahora, ¿quién es la que no se mueve?

-¿Qué fue eso?- pregunté y él giró para verme.

-No voy a perder esta competencia, princesa- sonrió y volvió a girarse.

-¡Te odio!- exclamé y él rió.

-Lo sé- aseguró.

Después de despedirnos y que a mi padre casi le diera un ataque por mi vestido, salimos de la casa y Alex se subió a la moto, yo no me moví.

-¿Vas a subirte o qué?- me preguntó.

-No pensé en la parte de subirme a la moto con este vestido- dije y él volvió a analizarme, como si no lo hubiese hecho ya.

-Yo te presto mi campera- ofreció y yo me acerqué a él. Se sacó la campera y yo no pude evitar mirar la forma en la que su espalda se movía-. Toma.

-Gracias- dije y después de ponerme su campera me subí detrás de él.

-¿Lista?- me preguntó.

-Lista- respondí y rodeé su abdomen con mis brazos.

***

Unos diez minutos después Alex estacionó frente a una enorme casa y yo me quedé con la boca abierta.

-¿Es esa?- pregunté.

-Sí- respondió y me miró-. Su padre es medio rico- bromeó al ver mi cara.

-¿Medio?- pregunté aún sorprendida-. Esta casa parece salida de una película estadounidense, solamente espero que no haya ningún asesinato- bromeé y Alex rió.

Tres chicas que estaban llegando a la casa miraron a Alex mientras él reía, después me miraron a mí de arriba a abajo.

-¿Entramos?- me preguntó Alex.

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