¿Piensas en mí?

451 61 37
                                    


////Ichigo////

Me remuevo adormilado, escuchando los pequeños sonidos que hacen mis hijos que ya están despiertos. Aún tengo sueño, por lo que los pego más a mí, abrazándolos y abriendo los ojos para verlos. Sonrío dándoles un par de besos, listo para volver a dormir elevando un poco la vista y retrocediendo del susto al verlo.

—¡¿Qué haces aquí infeliz?! cubro mi cuerpo desnudo con algunas pieles, mirando a Kokuto sonreírme sentado y recargado comiéndose una manzana. —¡¿Te pregunté qué haces aquí monstruo?! —inquiero angustiado.

—No grites Ichigo, los harás llorar.

—¿Qué haces en mi hogar? ¿Quién te dio permiso de entrar?

—Shiro me dijo que te cuidara mientras él salía el día de hoy.

—Me importa un comino lo que te haya dicho. Largo de aquí, infeliz, ya te dije que no te quiero cerca de mí, ni de mis hijos.

—No puedo decirle que no al líder, tú bien sabes que es un honor que él me pida que cuide de su familia.

—Pues vete a cuidar a Jugram y a sus hijos, no a mí.

—Jugram no se mete en problemas como tú, Ichigo.

—Kokuto vete o voy a empezar a gritar. sonríe retorcidamente acercándose más a mí. De inmediato, me coloco a la defensiva mirando que no toque a mis hijos. —Kokuto vete, no te soporto. se acerca hasta dejar su rostro frente al mío. Me asusto, viendo cómo me olfatea el cuello, para luego tomar un mechón de mi cabello haciendo lo mismo.

—Tu aroma siempre me ha vuelto loco Ichigo, es delicioso. Es una lástima que ahora también huelas a ese hombre, pero pronto eso cambiará. —aparto su rostro, rasguñándolo con fuerza y escuchándolo gruñir, rápidamente toma mi mano aspirando con demasiada fuerza el aroma de mi muñeca, para luego deslizar su lengua por mi piel.

—¡Basta! ¡No me toques, eres repulsivo! ¡Me das asco! —le doy una patada alejándolo, pero él se abalanza sobre mí tapándome la boca. Me muevo agresivamente, sintiendo todo su peso encima y sin poder apartarlo. Apenas si me levanta un poco, para estrellarme con fuerza contra el piso.

—Cállate, ¡Cállate te digo! ¿Por qué Ichigo? ¿Por qué no puedes ser dulce conmigo como antes? Apenas me veías llegar, corrías a mis brazos y me dejabas tocarte, besarte y abrazarte. —me mira ansioso y desesperado, este hombre realmente ha perdido la razón. —Ichigo te amo, te amo sólo a ti. Todo lo que he hecho ha sido para poder estar a tu lado y sería así, de no ser por ese hombre, él fue quien te apartó de mi lado, ¿No es así? Él es quién tiene la culpa de que me rechaces, pero no te preocupes, cuando él ya no esté, tú volverás a ser mío.

Lo miro horrorizado, sin dejar de moverme agresivamente e intentando liberarme mientras él utiliza su mano libre para acariciar mis piernas subiendo por mis muslos. Derramo algunas lágrimas viendo cómo se inclina para intentar besarme, cuando el llanto de mis hijos comienza a oírse fuerte y alarmante. Lloran escandalosos, por lo que Kokuto gruñe, apartándose y saliendo a prisa dejándome ahí. Rápidamente cargo a mis bebés, consolándolos y besándolos.

—Gracias, salvaron a mamá. los beso para luego alimentarlos y vestirme antes de salir.

—Ichigo... —giro asustado, tranquilizándome al ver que se trata de Renji. —Hey, ¿Qué pasa? ¿Estás bien? —lo abrazo muy triste y él a mí consolándome. —¿Qué tienes? ¿Extrañas mucho a pantera feroz? —asiento derramando algunas lágrimas.

Almas Gemelas (GrimmIchi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora