e x t r a: Promesa

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¡Sorpresa!
Disfrútenla 🤍 es el • Capítulo 28•, narrado por nuestra Caprichos. Espero les guste 🤍 y.... aún habrá dos cosillas más. Y perdón, pero es que no quiero que se olviden de esta historia 🥺 o quizá, yo no quiero hacerlo... jajaja . Gracias por todo❤️

Canción: When I look at you

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Canción: When I look at you

Promesa•
Capri

Me sorprendí cuando le dije a Alek que tenía ganas de gritar con todas mis fuerzas y él respondió tan tranquilo que era algo que solía hacer con frecuencia. Un grito de desahogo estaba en mi lista de las primeras veces, jamas lo había hecho y necesitaba con gran urgencia liberarme. Cargaba con tanto peso, la cruel realidad del secreto que le escondía al amor de mi vida y los dolores que ya no abandonaban mi interior.

Sentía el final tan cerca.

Y es por ello que no me importó. No me preocupó el fingir que todo estaba en su lugar, que yo estaba bien, porque con él era feliz, y necesitaba vivir los últimos de mis días de esa manera, a su lado.

Subimos al cerro más alto. Dios. Fue una tortura, en verdad lo fue. Aguantar las lágrimas me costó casi la vida, me dolía, dolía demasiado cada parte de mi cuerpo, el aire se iba y parecía tan difícil alcanzarlo, pero cuando creía que no podría más, lo hacía, continuaba, y eso solo se debía a alguien.

A él.

-¿Estás cansada?-preguntó mi rubio favorito de ojos preciosos, tendiendo su mano para que la tomara.

Necesité las pocas fuerzas que le restaban a mi cuerpo para poder esbozar una pequeña sonrisa.

-Por supuesto, Aleksanteri. ¿Qué no ves que eres una jirafa? Yo soy solo un pequeño cachorrito. Un paso tuyo son diez míos -bromeé entre sonrisas. Sonrisas que en verdad dolían en el sentido literal de la palabra.

-Bueno, cachorrito ... -regresó y como si yo fuese una pluma, me sostuvo entre sus fuertes brazos- tu jirafa te ayudará.

-Eres la mejor jirafa que existe-susurré, perdiéndome en el claro azul de sus ojos, y agradeciendo infinitamente el acto.

Al estar a punto de llegar a la cima, me permitió tocar el suelo otra vez, y continué la última escalada yo sola. Nos prometimos ser libres, felices, y serenos justo antes de comenzar a subir. Eso significaba estar hoy aquí.

-Llegamos-extendió su mano de nuevo para ayudarme a subir esa última y gigantesca roca contra la que claramente, jamás hubiese podido.

LA PRIMERA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora