Verano y Otoño (YiZhan)

Flores

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Yibo mandó un par de mensajes a Zhan desde temprano, si bien sabía que el mayor no podría verlo ese día no significaba que no podría mensajearle o llamarle, no había un día en que no se comunicaran ambos chicos, sin embargo no recibía respuesta.

La mitad de la hora del almuerzo ya había pasado y Yibo sin tener comunicación con su gege se preocupó un poco, sabía que estaría ocupado pero debía verlo, asegurarse que se encontraba bien. Le bastaría solo con verlo de lejos pero cuando llegó al salón de clases no pudo encontrarlo, lo buscó también donde solía almorzar con sus amigos pero tampoco lo halló, ni en los lugares que solía frecuentar. Se preocupó aún más al saber que desde temprano ni Zhuo Cheng, ni Ji Yang lo habían visto, creyeron que había ido temprano a clases pero Ji Yang mencionó que ni siquiera estuvo en las primeras clases. Ese día Zhan Zhan había faltado a clases y nadie tuvo razón de él.

Pasó la otra mitad de clases intentando comunicarse con él al igual que los amigos de este sin éxito, nadie sabía dónde estaba Zhan y porqué no atendía el teléfono.

- Probablemente salió con alguien. Zhan Zhan es popular entre los chicos. - Soltó Ji Yang sin medir sus palabras.

Si, era cierto que tenía varias citas pero desde el reencuentro con su viejo amigo había ignorado las incontables invitaciones a salir de otros chicos, parecía que el Conejito se había calmado. Zhuo Cheng dió un codazo a su amigo, al ver la expresión de Yibo. Aquel comentario no fue mal intencionado pero estaba fuera de lugar.

Yibo agachó la mirada ante las palabras de Ji Yang, no le importaba donde estuviera con tal de saber que se encontrara bien, incluso si se encontraba en los brazos de otra persona. Trataba de mantener la calma al imaginarlo con algún otro chico, sobretodo porque odiaba el hecho de que Zhan tuviese esa fama, no tanto por que a Xiao Zhan le gustara estar con otros chicos, sino porque aquellos con los que sea que estuviera lo trataran como un objeto meramente de placer, para Yibo Zhan valía mucho y era un chico en verdad especial y el que fuese visto y tratado tan superficialmente le dolía pero respetaba su libertad, sin embargo detestaba cada vez más aquello.

Que fuese llamado Conejito por cualquiera cuando fue él quien le dió aquel apodo con cariño, lo hacía enfurecer pero sabía que Zhan no era suyo, no todavía, así que continuaba luchando para enamorar a su gege. Por suerte desde que se habían vuelto a ver no vió a Zhan coqueteando o estando con otros chicos aparte de Hao Xuan en un principio por lo que creyó que aquellos rumores eran exagerados. Aún así seguía preocupado al no saber del paradero del mayor.

- Zhan-ge... ¿Dónde estás?

*

Tomados de la mano ambos hermanos dejaron un hermoso ramo de flores sobre la tumba de su abuela, era el cuarto aniversario luctuoso de aquella amable mujer, Zhan no pudo evitar derramar algunas lágrimas mientras recordaba que la persona que más amor y apoyo le dió se había ido hace ya cuatro años.

Esa mañana Xiao Zhan había salido muy temprano para dirigirse a su ciudad natal, como cada año iba por su hermano al colegio para llevarle flores a la tumba de su abuela, su madre sabía de esto y debido a que la relación con su hijo mayor se había deteriorado bastante desde aquel acontecimiento, le daba su espacio, sabía que Zhan seguía molesto con ella, apenas y le dirigía la palabra, aquel dulce chico se había vuelto frío con ella desde hace tiempo pero creía que no todo era culpa suya, seguía culpando al padre de su hijo.

Le dolía que su hijo mayor la resintera pero creía que no duraría mucho esto, tampoco es que estuviera tan al pendiente de su hijo ya que este ya era un adulto que no necesitaba demasiado de ella, hasta la fecha no se daba cuenta de lo mucho que su hijo la había necesitado en su niñez y adolescencia.