𝗢́𝗡𝗜𝗫 | 𝘌𝘴𝘤𝘢𝘳𝘭𝘢𝘵𝘢 #2

ℙ𝕒𝕣𝕥𝕖 𝟙𝟟

"— Ninguna de las grandes aldeas saben que existimos —hablo Yuudai Uzumaki para los presentes— aun si lo supieran, no podríamos contribuir en nada con la Guerra porque no tenemos suficientes soldados, nuestro deber es cuidar de nuestra gente y las pequeñas aldeas que nos rodean.

Su hermano mayor asintió, no estaba completamente de acuerdo en cuidar de otras aldeas pero no podía ir contra los deseos de todo el consejo.

— Taro y Nakumi, su deber es Uzushiogakure —ambos pelirrojos se pusieron de pie ante el llamado de su tío— el futuro de nuestra aldea está en ustedes, Yuudai y yo seremos la primera barrera-

— ¡Toshio-sama! —intervino Shila— ¡Nuestro deber es cuidarlos a ustedes, nuestros líderes!

Los ojos marrones del pelirrojo mayor se dirigieron a la médica, amenazándola por interrumpirlo.

— Papá, Nakumi y yo podemos ser la primera barrera, no pasarán de nosotros, protegeremos a todos —hablo Taro, Yuudai negó.

— Querido hijo, si algo nos pasa a nosotros estarán ustedes para tomar nuestro puesto —explicó su padre— Toshio y yo ya cumplimos con la aldea, ustedes son más valiosos.

— La princesa solo tiene dieciséis años —dijo uno de los shinobis.

— Pero es una jōnin.

— Si se me permite intervenir —hablo Nakumi dirigiéndose a Toshio, él asintió dándole el permiso que necesitaba— Me parece que todos aquí sabemos que ambos juntos serán muy difíciles de vencer, la aldea está segura con ustedes al frente por lo que sí Taro y yo nos mantenemos atrás podrá ser un desperdicio de nuestra fuerza.

— ¿Qué propones, hija? —preguntó Yuudai.

— Permítanos pelear como soldados —respondió su sobrina— junto con nuestra gente.

El pelinegro se enorgullecía de su amiga, era una princesa y el deber de todos era cuidarla pero en vez de eso ella se esforzaba para pelear hombro a hombro con sus compañeros shinobis.

— Estoy de acuerdo con ella —dijo Taro.

— No puedo dejar que ambos luchen como si no fueran los futuros sucesores.

— Toshio-sama —levantó la mano Kai Maki junto a Daiki Akiyama, ambos hablaron al unísono— nosotros los protegeremos.

— El Hiraishin de Nakumi y Daiki podrá sernos de ayuda si la situación se complica —habló el Maki— si vemos que su vida está en peligro saldremos del campo de batalla de inmediato.

Él sabía que ella no lo permitirá, no permitiría que ambos pusieran sus vidas en peligro por ellos pero Kai también sabía cuánto ella quería pelear para proteger a su gente y esa era la única forma, si no sería encerrada junto a Taro para asegurar el futuro de Uzushio.