No estaba preparado para soltar todo en ese momento, no cuando quería disfrutar la mañana admirándola mientras la mimaba, reían y hablaban de cualquier tontería como siempre hacían. 

No cuando todavía no tenía las palabras adecuadas para explicarle que definitivamente iba a partir su corazón.

— Sae... yo.

Sae Wa se levantó de pronto tan de prisa de la cama que a Jimin no le dio tiempo de atajarla cuando se colocó una abrigo largo, los converse negros de la entrada y salió del apartamento entre despeinada y herida.

Si supiera que lo último que estaba pasando por su cabeza era poner sus ojos en alguien más.

***


Sae Wa llegó al gran edificio de la ONG con la que trabajaba con el corazón hecho pedazos, la cabeza le dolía y su respiración estuvo agitada casi todo el camino en metro. Sin embargo, hoy tenía una reunión con una de las gerentes y no podía parecer que estaba a punto de derrumbarse.

A pesar de que estaba casi que sólo envuelta por el largo abrigo que disimulaba el vestido de dormir y su cabello estaba lejos de lucir decente. 

Pero en el momento que enfrentó la mirada culpable de Jimin nada más le importó y tuvo que escapar de aquellas paredes antes de echarse a llorar.

Subió por el ascensor y antes de encontrarse con la gerente Seunghee se acomodó el cabello detrás de las orejas y se pasó los dedos por encima para aplacarlo un poco.

Incluso había olvidado sus gafas.

La oficina donde siempre hacían las reuniones estaba casi vacía, sólo habían dos portavoces más además de ella y Seunghee estaba sirviendo un poco de café para todos.

— ¡Sae, querida! —Saludó la señora de unos cuarenta años con su habitual sonrisa mientras la invitaba a sentarse y la ponía al día con que había tenido que hacer esa reunión a última hora por petición de la directiva.

Sae Wa intentó devolverle la sonrisa, saludó a sus compañeras y tomó asiento para escuchar atentamente lo que Seunghee tenía que decirles. Quiso hacer caso omiso a cualquier rastro de tristeza por lo de Jimin porque sino las lágrimas saldrían sin previo aviso.

Tenía tanto tiempo sin llorar y ahora...

— ¿Sae, te encuentras bien? —Preguntó una de sus compañeras cuando no alcanzó a responder la pregunta de Seunghee a tiempo.

Le estaban proponiendo un nuevo proyecto (bastante importante para la ONG) en la que ella y las otras dos mujeres; madres solteras también, formarían parte de un equipo de trabajo multidisciplinario que se encargaría de recorrer las zonas más rurales de Daegu documentando los casos de madres solteras quienes han sido denigradas y excluidas de los beneficios del gobierno debido a que allí todavía las organizaciones no tienen tanto poder como en Seúl.

Documentar los casos, apoyarlas con diferentes recursos, recoger sus testimonios y regresar a Seúl para tomar cartas en el asunto suena como una tarea bastante grande pero Sae ha dedicado sus últimos años a eso y sabe que no puede negarse, sin embargo...

— Sí, me encuentro bien —Mintió —¿Daegu? —Los malos recuerdos intentaron salir de su bóveda pero Sae no los dejó.

seesaw → min yoongiWhere stories live. Discover now