Hufflepuff con genes oscuros... ¿O de color rosa? [TERMINADA]

24

El cuerpo de Kate cayó mientras un aura oscura comenzaba a desprenderse de ella atrayendo un fuerte vendaval que logró empujarme centímetros.
Una ronca y profunda voz sonó pero no conseguía entender lo que decía, solo podía ver unas espesas nubes negras acercarse, nada bueno porque claro, si algo me ha enseñado el arte cinematográfica es que todo momento dramático debía estar acompañado de una fuerte lluvia. Antes de que pudiera reaccionar la lluvia y el viento hicieron resbalar el talismán de mis manos, acto que le hizo reír.

-Ahora estás indefensa. - Siguió hablando regocijándose de mi torpeza en un idioma que no lograba reconocer.

Volví corriendo esquivando los rayos de energía que expulsaba del cuerpo de Kate mientras intentaba regresar a este. Kate estaba de rodillas, con los ojos en blanco, como un cadáver más pero aún había movimiento en ella, seguía allí.

-¡Kate, aguanta! - Grité esperando que pudiera oírme.

Corrí hasta ella y antes de que lograra regresar al cuerpo lancé el talismán, una brillante luz cegadora lo absorbió junto con su grito agonizante de villano Disney hasta hacerlo desaparecer y dejar todo en silencio mientras la lluvia cesaba. La pequeña canica cristalina cayó al suelo y la recogí inaudita.

-¿Ya está? -Rompo el silencio.

-¿No fue suficiente? -Aparece tras de mí mirando la canica.

En cuanto la adrenalina desaparece de mi cuerpo dejo caer mi brazo sintiendo el agotamiento, miro el alrededor sin saber como reaccionar. Giro hacia Kate, quien revisaba cada parte de su cuerpo sintiendo el control sobre este con una sonrisa en su rostro mientras que yo, con una lágrima que huía rozando mi mejilla, doy unos pasos hasta ella envolviéndola en mis brazos sin darle tiempo a reaccionar.

Se tensa. -¿E-estás bien? -Asiento hasta que me corresponde el abrazo.

-En realidad no. -Me separo lo suficiente para mirarla a los ojos. -Creí que te había perdido. -Acaricia mi rostro limpiándome las lágrimas. -Estaba tan arrepentida de tantas cosas... ¿Qué hubiera pasado si te hubiera apoyado? ¿Si no te hubiera llevado a esa cita? No habríamos visto esa luz y-

-Y esa cosa hubiera conseguido lo que quería. Estamos bien. -Sonríe.

-Pero  eso no podía saberlo. -Corrijo. -La última sonrisa, el último beso... En ese momento solo pedía perdón por no haberte abrazado más fuerte la última vez, todo por pensar que te volvería a ver...

-Y lo has hecho, sigo aquí, ahora... -Encuentra mis manos entrelazando nuestros dedos. -Ahora estamos juntas, aquí... En medio de la nada en plena noche. -Se burla señalando el entorno.

Caminamos hacia el castillo.

-Bueno, ha sido emocionante.

Arqueo la ceja ante su definición. 

-No lo niegues, no todas las noches puedes exorcizar a cualquiera.

-O dormir a todo un instituto mágico a plena vista.

-O descubrir que tu padre es un demonio que quiere dominar el mundo.

-¿Qué? -Paro al momento.

-Mi madre no podía acostarse con un simple mortal como cualquiera.

-Estás de coña. -Seguimos bromeando durante el camino hasta llegar al pasillo donde se dividían nuestros caminos. -Después de todo lo que hemos pasado, de lo que te he extrañado y ahora tenemos que despedirnos.

-Esto no es una despedida. -Dice al ver mi inseguridad. -Solo un hasta luego. -Golpea mi brazo haciéndome tambalear antes de darme la espalda directa a su sala común.

-Solo un "hasta luego", ¿eh? -Murmuro recuperando la compostura y, al igual que ella, sigo mi camino.