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(P.O.V. Erika)

Había sido útil su información pero no era suficiente, no me había dado lo que quería, necesitaba encontrar a alguien más pero siquiera había probabilidad de que hablase del tema sin sospechar. Caminaba por los pasillos hasta que el lejano sonido de unos grilletes me devolvieron a la realidad y entonces supe que hacer. Solo había una persona a mi alcance que pudiese darme lo que quería, el Barón Sanguinario, él fue estudiante durante el tiempo de los fundadores, él mismo estuvo presente. A pesar de ser el fantasma de Slythering no solía estar en las mazmorras por lo que me dirigí a la torre de astrología y abrí la puerta tensa al escuchar sus gritos de lástima.

-Barón, tengo unas preguntas para usted.

Tras un largo silencio. - ¿Qué te hace pensar que responderé siquiera? -Vuela en círculos a mi alrededor.

-Porque no tienes opción.

Chasquea la lengua molesto. -Una simple niña arrogante, eso es lo que eres.

-Ni siquiera me has dado la oportunidad. -Gruñe agitando la mano por lo que procedo. -Necesito que me cuentes todo lo que hicieron los fundadores para derrotar a Akumu. -Se paraliza en seco.

-No es algo agradable para recordar, por no decir que es información prohibida. -Se acerca. -¿Cómo es que sabes de él y para qué lo quieres exactamente?

-Eso no es necesario, mira, sé que es difícil-
Me interrumpe. -¿Qué sabes tú de lo que es difícil niñata consentida? Apareciendo de la nada sin avisar exigiendo, no sabes nada de mí, aléjate antes de que avise al resto de tu curiosidad.

-Claro que te conozco, Terence. -Se paraliza y se gira bruscamente hacia mí. -He sido una maleducada al no presentarme, mi nombre es Erika Slythering, y como Slythering pura he estudiado todo sobre Hogwarts, todo y todos, lo sé todo sobre ti.

-Solo me conoce Helena y está muerta. -Disimula el tartamudeo.

-La dama gris, pero te equivocas, mis antepasados destacaron por su astucia entre otros.

-Eso no cambia nada. -Me da la espalda inseguro a lo que sonrió fríamente.

-Ya te cuesta pasar la eternidad sin que nadie sepa tu secreto, tu historia, como para que el mundo se entere. ¿Te imaginas la reacción de todos al verte si se enteraran de tu triste rechazo y trágica muerte? Tener que recordarle a tu querida Helena como la asesinaste a sangre fría y la triste consecuencia para Rowena... Creía que era suficiente castigo esos ruidosos grilletes.

-Akumu fue un rival difícil pero no invencible. -Respondió tras unos minutos de angustia. -Los fundadores decidieron dejarlo en el olvido y el castigo sobre mencionarlo fue severo pero era un tema abierto durante la guerra, cualquier afirmación era útil. -Asiento mientras se aproxima a la ventana. -Cuando los fundadores encontraron la manera de vencerle... -Duda por un momento pero cede en un suspiro.- Usaron un hechizo que le encerraría en un medallón.

-¿Encerraron a Akumu? Entonces lo sacaron del cuerpo. -Me mira sorprendido de que lo supiera pero decide no arriesgarse a preguntar.

-El hechizo solo hacia la mitad, el que tiene que expulsarlo es el portador. -Me paralizo.

-¿El portador? ¿No está muerto?

-Aguanta un tiempo, este tiene que echarlo antes de que lo consuma por dentro.

-¿Y cual es el hechizo? -Logró decir tras un momento de esperanza.

Gruñe.- No lo sé, los fundadores lo escondieron en el Lago Negro.

-¿Cómo que lo escondieron? -Me tenso.

Se encoge murmurando. -¿Cómo quieres que lo sepa? Lo tiraron o lo escondieron en algún rincón.

Me interpongo en su camino nerviosa. -Pero el Lago Negro es muy grande y peligroso, esconderlo allí sería...
-¿Difícil de encontrar? -Interrumpe a lo que apartó la mirada. -De eso se trata niña, ahora, si ya has tenido suficiente al chantajearme déjame solo. -Se aleja a lo que no me niego y tras unos segundos salgo de la torre.

Tras un largo tiempo pérdida en mis pensamientos sola en el pasillo paro, mis puños comienzan a temblar y sin poder evitarlo salto esbozando una gran sonrisa, sería capaz de gritarlo por todos lados, Kate está viva, ese monstruo me engañó, y ahora que lo sé tengo ventaja solo falta-
Me paralizo y dejo caer los brazos con ánimo de derrota, el Lago Negro no era cualquier obstáculo, pero no podía permitir que eso me hiciera retroceder.
A la mañana siguiente me dirigí al Lago, al sur del castillo, tras pasar los invernaderos me quedé mirando la orilla y respiré profundamente.

-Llegó la hora... -Agité la mano y escondí la capa bajo el árbol más cercano y agité mi varita. -Helmet-bubble. -En mi rostro se formó una burbuja que me cubría el rostro apenas visible. Centré mi mente en lo que estaba buscando y de nuevo agité la varita. -Point Me.

Al abrir los ojos la punta de la varita señaló un camino que atravesaba el agua hacia las profundidades, solo debía seguirla para encontrar el hechizo por lo que sin tardar más comencé a nadar hacia la oscuridad.

Hufflepuff con genes oscuros... ¿O de color rosa?  [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora